Encuentro con una entidad en Capilla del Monte (Córdoba, Argentina) ~ Misterios en la Web

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miércoles, 3 de octubre de 2012

Encuentro con una entidad en Capilla del Monte (Córdoba, Argentina)



Lugar: Capilla del Monte, Cordoba, Argentina.
Fecha: 02/08/00 y 29/11/00
Testigo: Maria Elena Ruiz
Edad: 35 años

Entrevista realizada por la investigadora Mariela Verónica De Tomaso, integrante del Proyecto CATENT, el día 17 de junio de 2001




La investigación 
Mariela Veronica De Tomaso

Llegué hasta el Vivero del Lago cerca del mediodía. Allí encontré a Marita, esta mujer de 35 años que según me habían comentado unos familiares residentes en Capilla del Monte, había sido testigo de un encuentro con un extraño ser en el jardín de su propia casa.

Su vivienda se encuentra al fondo del vivero, comercio que ocupa todo el frente del terreno y que cuenta con invernáculos, plantas en exterior, además del local comercial.

La testigo salió del fondo de su casita para atenderme pensando que era yo una clienta. Fue ahí donde me presenté como interesada en conversar respecto a su experiencia ocurrida el 2 de agosto de 2000.

Lo que se comentaba 

Que un ser casi transparente de ojos amarillos apareció sobre un laurel cercano a la entrada lateral de la casa. Luego de ese evento, la vida de Marita cambió y vivió una serie de episodios extraños. Accedió a conversar conmigo y a que se grabara una entrevista de manera informal.

Trascripción de la entrevista (sin alterar una sola palabra de la testigo) :

- ¿Qué día fue?

Mirá me acordaba en un momento, pero como traté de borrar todo, viste. Intenté borrar todo de mi mente, pero no, no se puede. Pero sí traté de borrarlo, yo me acordaba hasta hace poco seguramente del día pero después como yo intenté no hablar más del tema con nadie, ni siquiera de mi familia, viste, nadie, no, no quise hablar más del tema porque me quería olvidar, aparte porque de por sí yo soy un poco miedosa y entonces no quise tocar más ese tema con nadie.

Muchas veces por ejemplo Fernando (Investigador del tema OVNI que tiene un programa de radio) venía desesperado para que yo le hiciera una nota en el programa de él y no, viste porque no quería saber nada, no quiero saber nada del tema viste. Que vienen y me dicen que me va a volver a pasar o que esté preparada, bueno, no sé, un montón de cosas que no quiero ni pensar porque no me interesa, no estoy en el tema viste.

Hubo alguien que preguntó, yo pregunto por qué a mi, por qué si hay tanta gente que estudia este tema, que sabe, que se puede desenvolver bien, que está preparada. Pero yo no, a lo mejor si hubiese estado preparada, si hubiese sabido algo, no hubiese ido hasta dónde llegué, no me hubiese pasado lo que me pasó, creo que hubiese actuado de otra forma.

- Contame lo primero ¿ que te pasó ?

Bueno, ese día yo estaba acá en casa, tenía familiares que viajaban a Buenos Aires. Por lo general yo todos los días entre las siete y siete media salimos a hacer las compras al supermercado y me voy, porque no me quedo, nunca me quedo sola y cuando me quedo sola me pongo prendidas todas la luces, cierro la puerta y me quedo acá. Pero ese día hice cosas que antes nunca había hecho, como por ejemplo quedarme sola, no quise ir con mi marido a acompañarlo a despedir a los familiares, me quedé sola, dejé todas las luces apagadas, la puerta abierta. Y tengo la costumbre de siempre desde que vivimos acá de que yo voy amontonando las bolsas de basura y hasta que alguien no las levanta podés tener una pila de basura ahí, no la saco afuera nunca, porque el basurero pasa por acá temprano a las 8,30 o 9 hs. (de la noche), y bueno pero ese día hice todo esto y saqué la basura, la levanté la vi, la saqué ya era creo que eran las siete menos cinco, no era de noche pero tampoco era de día, estaba medio oscurito.


Frente de la casa de Maria Elena Ruiz.
Y me voy, salgo, abro el portón que encima estaba cerrado, busco la llave lo abro, cuando voy volviendo, este, por donde está la hamaquita del nene, sobre esa dirección que es un laurel que te vas a dar cuenta está todo quemado, hay una parte que está quemada, la otra no, ahí veo como una... como una algo que flotaba en el aire transparente y que me impactó los ojos amarillos grandes que tenía que yo supongo de que a lo mejor no tenían esa forma pero al verlos tan intensos supuse que a lo mejor eran así (la testigo hace un gesto con los dedos sobre su cara, dando a entender que serían ojos de tipo almendrado alargados hacia los costados) pero no sé eso no te lo puedo asegurar viste porque, los ojos si te puedo asegurar que eran muy fuertes, muy amarillos y cuando a mi la policía me pregunta cuanto ví, yo digo y que sé yo, cinco minutos... no, no, en realidad no eran cinco minutos, yo pensé que eran cinco minutos, pero fueron unos segundos nada más.

Entonces me quedo así paralizada mirando y de pronto intento correr para venirme por este lado así para entrar a casa, cuando voy pasando por el lado, eso se viene encima se tira sobre un árbol, cae una rama, queda totalmente caída la rama, y desaparece... ya había desaparecido, pero era un ruido viste, como una energía muy fuerte que iba volteando todas las plantas que encontraba por el camino sobre la dirección que iba.

- ¿Cómo un zumbido?

Claro si, pero ya había desaparecido eso que yo veía flotando ya no estaba más, se tiró contra el árbol y desapareció.

- ¿Era como una energía invisible entonces?

Exactamente, eso iba por donde iba tirando las plantas. Y si, yo cuando quise entrar acá a casa, por el otro lado venía mi marido. O sea justo fue ahí cuando yo no le pude explicar, no le podía decir nada porque fue para mí algo sorpresivo, no lo esperaba ni para mí nunca habían existido ese tipo de cosas, viste que qué se yo. Bueno y después de ahí vino la policía.

- ¿Cómo reaccionaste ahí, tu marido cómo te encontró?

No mal mal, en un estado de shock asustada y aparte eso me produjo qué se yo, continuamente iba al baño por ejemplo, viste estaba mal. Mal y aparte durante varios días, varios días no podía dormir, tenía que dormir con la luz prendida, sobresaltada. Y bueno vino un señor que estaba en el tema, me trajo unas gotitas para que tomara, que yo pensaba que me hacían bien, pero nada que ver, yo quería que me hicieran bien para poder dormir, descansar.

- Y tu marido llega y llama a la policía enseguida...

Claro

- Y vos ¿llegabas a explicarle algo?

Y más o menos, porque entonces él no me entendía. Pensaba que yo no le estaba explicando bien y que a lo mejor había una persona que había entrado y que a lo mejor me había querido hacer algo. Todos habían empezado a sacar conjeturas, decían de que no, que no podía ser, que seguramente era alguien disfrazado, de que te quiso lastimar. No, yo sé lo que ví, no, esto es algo mío, yo no le puedo estar explicando y asegurándole a la gente lo que yo ví.

Yo sé lo que ví y este... pienso que si hubiese sido una persona tenía la posibilidad, se hubiese acercado y seguramente que algo me hubiese hecho, como esto que ví que estaba muy cerca y que si hubiese sido algo malo...que eso después con el tiempo me fui dando cuenta, me lo hubiese hecho.



- ¿A qué distancia estaban?

Y cuando yo estoy... y después te muestro no, estoy desde la hamaquita del nene hasta donde está el laurel, será un metro o tres metros, dos metros y medio... pero sí estábamos muy cerca cuando yo paso adelante de eso y se tira encima del árbol cuando yo estaba pasando que yo pensé que se venía encima mío, pero no, no fue, yo supuse que no fue así porque me dejó pasar y pude llegar hasta acá y tal es así que desapareció, pero cuando iba desapareciendo, que esa energía se iba para allá, a pesar del miedo que yo tenía, yo seguí y llegué hasta donde dobla el invernáculo para ver y no había nada y las plantas se iban cayendo y cuando vuelvo acá es que venía mi marido y me encuentra así y le entro a explicar y qué se yo... y fue ahí cuando él decide llamar a la policía.

Que estuvo la policía viendo, era lo que más le llamó... Bueno al otro día vinieron, al otro día volvieron a venir, me hacían explicar diez mil veces lo mismo. Las plantas estuvieron caídas varios días, para estudiar para ver si habían encontra...

- ¿La Policía qué hizo?

La Policía nada, vino varias veces preguntando si había pasado algo más. Encontraron una gota verde de un pino, como si fuera no sé qué, vos la tocás, como una gotita de un árbol que se cae, la tocabas y seguía ahí en el pinito. Ellos la cortaron y se la llevaron para estudiarla. Nunca más supe qué fue eso ni nada, lamentablemente se la dimos porque no sé. Y la rama este que estaba caída, era un árbol que estaba seco.

La rama estaba durante muchos, muchos días, no sé varios... la sacamos y la dejamos guardada y empezó a brotar. Yo creo que hasta a sacar flor, me parece no me acuerdo tengo que preguntarle bien a Juan Carlos (el marido), este la tuvimos mucho tiempo ahí a la rama y la rama, tras que encima el árbol estaba medio seco y esa parte no tenía brotes no tenía nada, la planta, la rama esa empezó a brotar sola, y eso no se puede...

- ¿Y con la rama qué hicieron? ¿Le sacaron fotos o la plantaron?

No sé que hizo Juan Carlos, la verdad yo creo que... la verdad no le dí importancia, no que después me arrepentí viste... tendríamos que haber seguido estudiando, que se yo, dárselo a alguien interesado en el caso para que... de hecho que si, vinieron a pedirnos la rama y Juan Carlos no se la quiso dar. Inclusive la Policía también la quiso, pero Juan Carlos no se la... no la Policía, te miento vos no sabés que la Policía sacó parte de esa rama y se la llevó y nosotros nos quedamos con otra parte, pero nunca más me enteré nada de las cosas que se llevó la Policía. Bueno pero después a partir de ahí, mi vida siguió así durante quince días con gente que iba y que venía.

- Y al ser ¿Le viste como forma humana?

No, no tenía forma

- ¿Los ojos era lo más claro que veías?

Sí, no tenía forma, era algo que flotaba en el aire y que era muy transparente y los ojos... no tenía forma en ese momento, todos suponían que a lo mejor era el momento en que estaba, que llevó a que yo me quedara sola, que nunca me quedo sola y a sacar la basura que nunca la saco, este y que a lo mejor estaba en el momento de tomar forma y que al aparecer justo se dio que venía mi marido y que a lo mejor que sintió que venía ese auto...

- Todo esto son especulaciones que la gente te decía...

Exactamente....

- ¿Vos que pensaste?

No, yo no pude pensar nada en ese momento, hasta después de un mes y pico que me tranquilicé y que pensé, este, que bueno que no era nada malo lo que me había pasado, lo tomé después tranquila, lo fui asimilando y pensé que no era nada malo, algo común que tenía que estar ahí, que por algo estaba.

- ¿No lo relacionaste con nada conocido?

No lo relacioné con nada conocido. No podía suponer que era una cosa o era otra porque no entendía bien qué era. De hecho que por eso accedí a comentarlo a mucha gente porque era algo que no lo sabía. Bueno y después pasó no sé cuánto tiempo habrá pasado, un mes más o menos un mes y medio...

- ¿Se te fue pasando el temor?

Sí totalmente totalmente, sí. Pero después empecé a tener sueños, no sé si tener pesadillas o no pero me levantaba así muy sobresaltada, sueños que para mí extraños.

- Me podés contar alguno.

Sueños como que qué se yo, cómo si fueran reales, viste como que yo flotaba por el aire y que me rozaba con el cielo que con las estrellas y que había una fuerza que me quería llevar y me llevaba y me llevaba, y que yo no quería ir.

- Muy vívidos...

Si, si, si, que yo como no quería ir, no quería ir, me despertaba ahí sobresaltada viste? Después se me aparecían imágenes, figuras, signos.

- ¿Relacionabas esos sueños con lo que te había pasado antes o no?

No, pero después sí. En ese momento con mis primeros sueños no, pero después como que yo empecé a tener sueños seguidos y sueños seguidos y me llamaba la atención esos sueños porque nunca los tuve. Yo siempre sueño con cosas que conozco no con cosas que no conozco, viste qué se yo... Bueno ya después fue más difícil porque ya empecé a sentir voces. Al principio las primeras voces que sentía yo me levantaba pensando que eran los chicos que duermen arriba y me quedaba así atenta escuchando si seguían esas voces.

- ¿Y entendías qué te decían?

Me llamaban, no me hablaban, me llamaban nada más. Me decían “Marita vení”.

- ¿Te asustaba escuchar eso?

Si, si, si, no los primeros días, no los primeros días no porque pensé será una imaginación mía, que se yo, serán los chicos que a lo mejor dormidos me llaman. Pero ya después las voces eran más fuertes, eran más intensas, eran siempre de noche, entonces decidí llamar al cura, porque yo le decía, a veces lo despertaba a mi marido y le decía no escuchás que me estás llamando. “No Marita, no escucho nada” decía él. Entonces después decidí llamar al cura para ver que podía hacer, que se yo, bueno, me escuchó, me dijo que me quedara tranquila, bueno me habló como todo cura te puede llegar a hablar, qué se yo, bueno... Todo esto no se lo comentaba a nadie más que a mi familia, hasta que bueno....

- ¿Qué te dijo el cura?

Bueno no, el cura me dijo que puede ser una sugestión mía, me decía que esperara un poco más, que tuviera paciencia y que si los llamados continuaban lo llamara de vuelta. Bueno y después ya no me llamaban más de noche, ya me empezaron a llamar de día. Para mí de día se hacía más difícil que de noche. Porque yo de día atendía gente y a veces me ponía tan nerviosa que no me podía concentrar y a veces llegaban momentos que me distraía y a veces los trataba mal, que se yo, o no los atendía bien porque yo soy de atender bien a la gente.

Soy muy amable, muy cordial con la gente, los hago sentir bien y no podía. Entonces lo vuelvo a llamar al cura para decirle que me estaba pasando esto y que ahora era de día. Y Juan Carlos tampoco escuchaba nada. Y entonces me dice que “Usted lo que tiene que hacer es afrontar esto. Usted sale con un crucifijo o con algo que tenga bendito y afronte y pregunte qué es lo que pasa, qué es lo que quieren, si es para algo bueno que se queden, si es para algo malo, échalos, que se vayan que no te molesten más”. Y bueno después a veces seguían llamando, a veces no, pero un día, fue un sábado, me acuerdo creo que fue un sábado, yo estaba invitada a una reunión, yo estoy en el club de jardinería y habíamos hecho un concurso de pintura y teníamos que ir a entregar los premios. Y ese día desde la mañana muy temprano me habían llamado, llamado permanentemente, estaba muy nerviosa, muy nerviosa, llegó la hora de comer y me seguían llamando y me seguían llamando.

Entonces le dije a Juan Carlos, escuchá Juan Carlos me están llamando y él me dijo “no, no escucho nada”. Bueno, digo me voy, me voy a cambiar y me voy rápido porque ya la gente no la podía atender porque ese día era permanente el oído que me hacía un zumbido así esa voz, así tipo metálica, viste, que me aturdía la cabeza. Entonces me voy porque pensé que al estar rodeada de mucha más gente ya no me iban a molestar, no me iban a llamar. Pero no, porque yo me voy y cuando llegué allá, ah... antes de irme me subo a la pieza de ella (señalando a una de las hijas) y me llevo un crucifijo grande que ella tiene, que es lo único que yo tenía en casa y lo meto adentro de la cartera. Y cuando yo llego allá y veo que las llamadas estaban acá encima mío, ya no actuaba yo, estaba actuando otra persona, yo no pensaba lo que estaba haciendo. Entonces llamo un remis y digo bueno, acá este es el momento, este es el día, tengo que hacer algo porque yo no quiero que me sigan molestando más, yo quiero saber de qué se trata y hasta dónde llega todo esto.

- Ya querías enfrentar la situación

Yo ya no tenía miedo, de hecho que ya después de la primera experiencia, ya después de un mes yo ya podía dormir bien tranquila, ya no dormía con la luz prendida viste, no descansaba.

- ¿Cuánto tiempo después empezaron a aparecer las voces?

Después de mi primera experiencia habrá pasado un mes y pico más o menos. Después empecé una semana más o menos a tener los sueños y después se me cortaron los sueños y empezaron las voces.

- ¿Las voces cuánto tiempo las escuchaste hasta que llegó ese día?

Y más o menos diez días o por ahí un poquito más también. Pero ese día fue tremendo porque fue todo el día, porque antes era una llamada dos llamadas y constante. Entonces me voy, viene un remisero y me dice “Dónde vamos”, no sé le digo, llevame a “La Toma” (balneario ubicado a 4 km del centro de Capilla del Monte), que allá tengo que ir, llévame. Cuándo llegamos a la entrada, yo no sabía dónde iba, no sabía. Yo sabía que tenía que ir para un lugar, pero no sabía para dónde. Las voces me indicaban supuestamente a donde tenía yo que ir.

Corredor por el que se desplazó la energía ya a esas alturas invisible,
volteando las macetas. La gota gelatinosa quedó en el pino que se aprecia al final del camino.


- ¿Cómo una intuición?

Sí, si. Y bueno y llegué hasta allá, no, le digo al remisero. Juan Carlos sabía de todo esto por supuesto, pero no puede avisarle antes. Entonces le digo al remisero esperame "siete minutos", que después todos decían que por qué había yo dicho siete minutos, porque todos dicen siempre diez o quince minutos. Yo dije siete no sé por qué, yo dije siete (curiosamente durante mi estadía en Capilla del Monte fui al único cine del pueblo y me sorprendí al escuchar una voz en off que nos anunciaba un intervalo de 7 minutos!!!).

Si no vuelvo en siete minutos avisále a mi marido que el sabe lo que tiene que hacer. A todo esto ya era tardecita, estaba entrando la noche, calculo que eran las siete de la tarde, la verdad que no me acuerdo pero hacía calor, la verdad que el que te puede decir bien las fechas es mi marido que él sabe (la fecha de este segundo episodio era fines de noviembre de 2000).

Yo me fui, me bajé ahí en La Toma, bajé por lo que uno entra para ir al cerro (Cerro Uritorco). Yo te digo, yo nací en Capilla del Monte y te puedo asegurar que no sé lo que es el Cerro, yo no subí nunca al Cerro, no conozco el camino por dónde se va ni nada. (La Toma y el camino de entrada al Cerro distan entre si unos 300 metros).

Yo vi tres caminos, uno que iba para acá otro que iba para allá y yo tomé el del medio, que me llevó a un río que en ese momento estaba seco, en los cuales yo caminé mucho, debo haber caminado mucho, yo creo que eran más de cien metros hasta donde yo llegué que eran unas piedras grandes tipo cuevas no sé bien. Y le dije al remisero ese, pero él no me hace caso, él en vez de esperarme lo que yo le había dicho, espera más tiempo, ya era de noche. Cuando él decide avisar, le avisa a la Policía, en vez de a mi marido.

La Policía cuando se trata de este tipo de cosas, va, pero también le tiene que avisar a los bomberos. Y los bomberos tienen que avisarle a la ambulancia por si encuentran a esta persona y cómo. De hecho que según se comentaba que a mí me buscaban y me buscaban y no me encontraban por ningún lado. Pero se supone que yo estaba en la orilla del camino y nadie me había visto.

- ¿Cerca del río?

Sí pero adonde yo llegué no fue adonde a mí me habían encontrado, es por eso que te digo que adonde yo llegué la gente que me buscaba no podía llegar hasta allá. Pero donde a mi me encuentran, la gente que me buscaba pasó un montón de veces por ahí y nadie vio nada hasta que me encuentran. Y bueno, por supuesto que...

- Y vos llegás a este lugar...

Y ahí este ya no te puedo contar más nada. Pero aparte de que no te puedo contar más nada, tampoco si hubiese alguna cosa que si yo te quisiera contar no puedo porque yo hubo... yo me desmayé, yo me debo haber desmayado, me debo haber desvanecido, no sé lo que me pasó. Sé que desde que a mí me encuentran pasaron cuarenta y cinco minutos que yo no los recuerdo, entendés, yo no sé lo que pasé, lo que viví, nada. Lo único que te puedo contar de que yo no estuve sola cuando yo llegué adonde yo llegué.

Después lo que pasó, no sé. Lo que a muchos les llamaba la atención es que yo había ido de botas con tacos altos, las botas no tenían señas de tener tierra, de estar marcadas por las piedras y de que mi ropa no estuviera sucia.

- ¿Y te encuentra quién?


Y me encuentra un bombero


- ¿Desvanecida?

Estaba desvanecida, sí. Yo creo que recién reaccioné cuando me encontré en la clínica.

- ¿A tu marido le habían avisado finalmente?

Cuándo yo estaba en la clínica. También creo que el primero que llegó fue mi hermano a la clínica.

- ¿Relacionaste ahí la primera aparición con todo eso?

Sí, sí. Después si relacioné. Después te podés imaginar todas las cosas que salieron a decir. Que me encontraron medio muerta, que estaba en una secta porque me habían encontrado con un crucifijo. Yo al crucifijo lo llevo porque el cura me dijo que lo lleve, pero no voy a andar diciéndole a todo el mundo que el cura fue el que me dijo que llevara el crucifijo, y que tampoco creo haberlo utilizado para nada, no sé si lo utilicé o no.

- Lo más importante después de esta experiencia, ¿te quedaste más tranquila...?

Después sí porque las llamadas... ya no me llamaron más, y sí yo te digo que yo no estaba mal, si al otro día yo me levanté mal, que de hecho yo seguía atendiendo, fue porque me habían puesto una inyección, un calmante no se qué, que estaba volando, por eso. Pero no, después descansé tranquila, no necesité ni siquiera volver a encender la luz para poder dormirme y mi vida continuó hasta después de un mes y pico largo, normal, viste porque de ahí en más tuve unos días en mi casa era peor, el doble de gente y después tener que escuchar estupideces de la gente.


Pero lo que me ayudó fue eso, viste, de que yo no estaba mal, yo estaba bien, de que a mí no me había pasado nada, de que no me habían hecho nada.

- ¿Sentiste que fue una experiencia personal...?

Entonces yo pensé que fue algo muy personal y que me guardo lo poquito que no puedo a lo mejor decir, me lo guardo como algo muy, muy personal y esperando, esperando... esperando porque también pienso de que esto no terminó acá, de que queda algo pendiente, estoy esperando...

No sé como te lo puedo explicar... es difícil, es difícil explicarlo. Yo creo que no lo puedo entender bien todavía, yo un día me levanto a la madrugada, creo que no era yo en ese momento y me... era como algo que me hacía que tenía que venir acá o a cualquier lado, tomar un papel un lápiz y escribir. Yo no sé escribir, sé escribir pero no sé... no tengo buena redacción... yo hay palabras que no las conozco bien y mi escritura de por sí es fatal, de faltas de ortografía ni te cuento... y empecé a escribir cosas que nunca en mi vida pensé que las podía escribir, y con una técnica en escritura que ni te cuento, sin errores de ortografía pero que se la he dado a mi marido que es de terror escribiendo y las faltas de ortografía te las sabe así al toque.

Y todos los que me conocen saben que esas palabras no son de mi... en mi vida las dije ni las podría haber dicho nunca porque no las sé y desconozco muchos términos.

- ¿Lo que escribías qué son, mensajes...?


Sí, era...

- ¿Cómo para vos o para que los transmitieras?

Sí, es como para que los transmita, pero no..., no los transmití. Creo que todavía no es el momento. Y bueno...

- ¿Con qué terminás de relacionar esto? ¿Pensás si el origen es de acá de la Tierra, extraterrestre o si lo relacionaste con algo religioso?

No, no sé. No, qué se yo... Es decir, hasta si vos me hubieses preguntado antes de que me pasara todo esto si yo creía, y yo te decía que no, que no creo en esas cosas. Sí respeto mucho lo que me podía haber contado la gente de este pueblo que de hecho es mucha. Bueno si te puedo hoy decir no estamos solos, acá hay mucho más, pero no solamente en Capilla, en todas partes del mundo, no estamos solos.
Y estas personas, estos seres no están para hacernos daño, todo lo contrario para ayudarnos, están buscando la forma de ver cómo ellos mismos salen de todo esto, porque si la tierra se termina, ellos también se terminan. Están acá, en la tierra. Están acá. Están acá y están acá. Están y están y ellos están, lo que pasa que no a todo el mundo se les puede aparecer.
Ellos están buscando personas de distintos ámbitos sociales y culturales, desde el más chiquito hasta el más grande, pero están buscando la forma de conectarse con todos pero no pueden. Yo entiendo eso, yo lo veo ahora así desde ese punto de vista.

- ¿Esta experiencia cambió muchas cosas en tu vida?

Sí o sea, puedo haber... no se si cambié yo... no sé si cambié yo personalmente. Creo que hay muchas en mí que todavía... quiero decirlas viste, quiero planteárselas a alguien y decir muchas cosas que antes no las decía y que nunca pensé que las podía llegar a decir y que ahora las siento pero que no las digo.

Bueno, después aparte de eso, hubo un momento en que venía gente y hubo gente que vino no se si de Rosario o Santa Fe para que yo le contara y que me agarraba la mano, esperando que yo le transmitiera alguna energía o algo, o venía gente que hasta el día de hoy viene a contarme sus historias viste, sus problemas para ver si yo se los puedo solucionar de alguna forma o sus problemas de pareja, que se yo viste, una cosa así viste, que se tornó medio extraña y que yo me sentí mal y por supuesto que a todos diciéndoles que no, que no es así, que yo... lo que yo viví, no es que yo tenga algún poder o algún mandato o algo que me hayan dado como para tener que resolver los problemas de algo, porque si de hecho así fuera yo tendría que estar resolviendo los míos... primero, pero no, yo creo mirá como será la gente no, que te cuento una experiencia hace poco de un amigo en común, estábamos en una reunión y lo veía medio bajoneado y le digo yo qué te pasa y me dice “tengo problemas”, a lo que le digo que no, levantá el ánimo yo te voy a sacar esa onda negativa que tenés.

Entonces pero esto yo lo hice porque lo había visto no sé en dónde, pero yo... era en joda.

Entonces le empiezo a tocar acá (hace un ademán de tocar la cabeza) le hago no sé qué cosas, qué se yo... pero bien, yo concentrándome y le toco acá no sé y le hago shhh shhh (haciendo un gesto con las manos, como de limpieza psíquica) como había visto que hacían, pero esto yo me lo tomé como una joda y bueno lo dejo y le digo, ya vas a ver que en cinco minutos te sentís bien. Al rato me dice “te juro Marita estoy bárbaro, me sacaste ese dolor de cabeza que tenía”.

- ¿Se corrió el rumor de eso?

Si, no y yo dije no puede ser, yo no tengo nada, que de pronto te toque a vos y te sientas mal y yo tenga algo y no me dé cuenta y que a lo mejor a vos te haga bien. No lo pongo en práctica, ni quiero tampoco saberlo ni enterarme, no.

- ¿Cuántos hijos tenés?

Tres, todos compartieron...

- ¿Cómo lo viven?

Bueno, los primeros días fueron duros porque que se yo... ella va a la escuela y los chicos le preguntaban y le decían y entonces yo también tenía que receptar lo que me estaba pasando a mí. Problemas a lo mejor en la escuela, podría haber tenido con los más chiquitos porque viste la gente como es... o sea tuve que llamar a la escuela y decir que bueno, que no interpretaran mal todo este tema.

Aparte es un colegio de monjas te imaginás, que se yo... pero no, todo bien, los aceptaron bien a los chicos, trataron de estar bien con ellos para que no tuvieran ningún tipo de problema con los demás chicos si les preguntaban algo. O sea que ellos compartieron todo, todo todo...


- ¿Pudiste compartir con ellos tu experiencia?

Y que yo no hubiese querido viste... porque por ejemplo el más grande que ahora no está, el entiende tiene ocho años, me vivía preguntando y a veces hasta un momento se llegó a asustar también, porque tenía miedo que no le aparecieran... pero después lo tomó normalmente bien. No los podía dejar fuera de esto. Si querés te doy la carta para que la leas...

- - - Fin de la entrevista - - -

Comentarios

Al parecer se trata de una persona miedosa, cosa que sorprende en alguna medida por tratarse, Capilla del Monte, de un pueblo tranquilo en el cual no ocurren gran cantidad de episodios violentos.

Es llamativo su comportamiento en un primer episodio donde dice hacer cosas que eran para ella fuera de lo común (quedarse sola, sacar la basura, etc.). La descripción del supuesto ser no es muy clara, como posiblemente tampoco lo fue el ser que cree haber visto.

Podríamos hablar de una posible fantasmogénesis o aparición, que pierde su forma y desaparece en segundos, pero que sin embargo, como una energía invisible, voltea las macetas a su paso.

Marita nos habla de la intervención policial. Sin embargo en días posteriores visitamos la Comisaría local y el oficial a cargo refirió no tener registrado en el libro de denuncias el episodio del Vivero del Lago ni pudo darnos más información. Nos habló de un oficial, Alberto Ochoa, que sería el encargado de investigaciones especiales y nos indicó que habláramos con él.

Hasta el momento y luego de varios intentos y viajes a Capilla del Monte, no pudimos dar con dicho oficial ya que siempre se encuentra en otra localidad cumpliendo variadas tareas.
Si la policía tomó parte en la investigación, si realmente se tomaron fotografías, muestras de la rama del duraznero y de la gota gelatinosa en el pino, estos elementos deberían haberse enviado para analizar a la Ciudad de Córdoba, capital de la Provincia (según dichos del oficial que nos atendió). Lamentablemente hasta el momento estas muestras tienen paradero desconocido.

Sorprende la actitud de Juan Carlos (esposo de Martita), que interesado en el tema OVNI desde hace muchos años –según nos comentó- arrojó no sabe dónde, el resto de la rama que supuestamente habría brotado y hasta quizá habría dado flor sin estar plantada. Podríamos entonces suponer, que el estado sumamente alterado de Marita en esos días, lo llevó en un momento de bronca y hasta tal vez de temor a descargarse deshaciéndose de esta interesante prueba.

El día de la entrevista tuve la posibilidad de hablar con Juan Carlos (el esposo) y además de comentarme sus andanzas tras los OVNIs (al parecer solía hacer alertas y filmar luces en la zona por el año 1982) me hizo referencia a unas marcas que le encontraron a Marita en la clínica, marcas simétricas en ambas manos y cinco marcas en el abdomen. Me aclaró que ella no quería comentarlo mucho, que los médicos no dijeron nada al respecto y que a la fecha ya le habían desaparecido.

Este tema lo obsesionó hasta que las marcas se fueron. Posiblemente el temor a los cometarios era que se relacionaran las marcas con pinchazos dando lugar a rumores referentes a consumo de drogas. A pesar de la vinculación de Juan Carlos con el tema OVNI el me repetía que lo de ella era diferente, era otra cosa y que no tenía nada que ver.

En el pueblo se comentaron cosas muy feas respecto a la testigo vinculadas a su vida personal a partir del segundo episodio y actualmente se habla de que todo fue utilizado a modo de publicidad, para armar la campaña electoral del esposo. Creemos que de poco sirve a manera de publicidad, decir un año antes de las elecciones, que a la mujer del candidato la contactan seres intra o extra terrestres, sobre todo, teniendo en cuenta que en Capilla del Monte no está bien visto este tema. La gente local en general no gusta de los ufólogos, contactados y demás personajes que comenzaron a acercarse a la localidad luego del episodio del Cerro Pajarillo en enero de 1986.

Algunas personas allegadas a Marita me dijeron que luego del primer episodio mejoró mucho su aspecto personal y hasta bajó de peso. Marita es oriunda de Capilla del Monte, dice no haber visto nunca un OVNI ni algo extraño como lo que afirma haber visto en el primer episodio y dice que ahora la contactan seres que “están acá” en la tierra pero en otro plano. Mi sensación luego de la entrevista fue buena, ella me pareció una persona confiable, con una familia normal, con sus mascotas, su trabajo en el vivero y sus actividades en el pueblo pero si debo decir que estaba claramente afectada por estas extrañas experiencias. El mensaje que surge de la carta se refiere a que tanto ella como su familia fueron elegidos para ser el nexo entre “ellos” y nosotros. En cuanto a otras investigaciones sobre este caso tenemos conocimiento de una realizada por Liliana y Eduardo Grosso cuyo informe titulado “Humanoide en Capilla del Monte” pueden consultar los interesados.

Creemos que será de fundamental importancia para esta investigación realizar una nueva entrevista a la testigo, seguir en el intento de localizar las pruebas tomadas por la policía local con los posibles resultados del análisis de las mismas y entrevistar al médico que la atendió en la clínica luego del segundo episodio.

Respecto a complementar la investigación con la realización de test psicológicos o evaluaciones de este tipo nos parece que deben ser hechas por profesionales en la materia y que resultarían de gran interés.

Faltan aún analizar pruebas, entrevistar a muchas de las personas relacionadas con los hechos y sin embargo, sospechamos que luego de todo eso, seguiremos sin poder arribar a una conclusión definitiva.







Fuente: http://www.canalincognito.com/ovnis-ufologia/ufo-vivero-lago.php

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