Algo extraño está sucediendo en los alrededores de nuestra galaxia. A menos de 12 millones de años luz de la Vía Láctea, un misterioso objeto ha comenzado a emitir ondas de radio, y en una forma que era desconocida hasta ahora en todo el Universo.
Los astrónomos se preguntan qué puede estar causando esas extrañas emisiones, que no son compatibles con ninguno de los fenómenos y estructuras conocidas.
Quizá, opinan los científicos, las radioondas se deban a la propia naturaleza de la galaxia donde se encuentra el extraño emisor. M82 es, en efecto, una “starburst galaxy” o, en castellano, una “galaxia con brote estelar”, en cuyo seno la tasa de nacimiento de estrellas es muy superior al de una galaxia normal. Por ese motivo, M82 es hasta cinco veces más brillante que la Vía Láctea. Sin embargo, y después de un año de intensas observciones, la realidad es que nadie sabe aún de qué puede tratarse.“No sabemos lo que es”. Es la escueta afirmación de Tom Muxlow, del Centro de Astrofísica Jodrell Bank, en Gran Bretaña, y co descubridor del extraño objeto. Un cuerpo a cuyas extraordinarias características se añade otra que también resulta sorprendente: y es que su velocidad aparente multiplica por cuatro a la velocidad de la luz. Hasta ahora, esa clase de velocidades supralumínicas ahora sólo habían sido observadas en los chorros de materia que emiten algunos de los mayores agujeros negros del Universo.
“El nuevo objeto, que apareció en mayo de 2009, nos dejó rascándonos la cabeza. Nunca habíamos visto antes algo siquiera parecido”, asegura Muxlow. Lo que sí han podido hacer desde entonces los investigadores es estudiar algunas de sus características.
Por ejemplo, su rotación: “el objeto gira muy rápidamente, una vez cada pocos días, y su brillo no ha dado señales de atenuarse desde que fue detectado”.
Un hecho que descarta que pueda tratarse de una joven supernova, algo que por otra parte resulta habitual en galaxias del tipo de M82. pero si así fuera, brillaría en longitudes de onda de radio durante sólo algunas semanas para después apagarse a los pocos meses, algo que no está sucediendo en el nuevo objeto, cuyo brillo permanece constante.
Un descubrimiento casual
El objeto, al que ni siquiera se le ha dado aún un nombre, fue descubierto casualmente mientras Muxlow y sus colegas estudiaban una explosión estelar en la galaxia M82 utilizando la red de radiotelescopios británica MERLIN. Y se encontraron con este potente emisor que, a diferencia de las supernovas, no se apagaba lentamente, sino que fue cambiando la intensidad de su brillo a lo largo de todo un año, manteniendo un espectro constante.
Sea lo que sea, además, se está moviendo. Y muy rápido, ya que su velocidad aparente es de cuatro veces la velocidad de la luz, lo que supone un millón doscientos mil km. por segundo. Sin embargo, el objeto en cuestión no está cerca del centro de M82, donde el gran agujero negro central puede expulsar materia a velocidades aparentes similares, sino que se encuentra en su periferia, donde esta clase de fenómenos relativistas no son en absoluto posibles.
Lo cual deja muy pocas posibilidades. Una de ellas es que se trate de un pequeño “microquasar”, el remanente de la explosión de una estrella masiva, un pequeño agujero negro o una estrella de neutrones de entre 10 y 20 masas solares que empieza a alimentarse de una compañera. Los microquasares emiten radioondas, pero ninguno de los que se han observado hasta ahora lo hace con la intensidad detectada en M82. Además, los microquásares emiten también rayos X, pero el mistrioso objeto permanece en el más absoluto silencio en esas longitudes de onda.
Un agujero negro
¿Podría tratarse quizá de un “megamicroquasar”? Muxlow no se atreve a afirmar tal cosa y prefiere mantenerse cauto hasta tener más datos. Para él, la mejor explicación es que esta extraña radiofuente es alguna clase de cuerpo muy masivo y denso, quizá un agujero negro en un entorno poco habitual. Puede que las características de M82, que como se ha dicho es una galaxia con una altísima tasa de formación estelar, permita la existencia de tales objetos, desconocidos en todas las demás galaxias.
“Acabamos de empezar a procesar los datos de la región central de M82 procedentes de 20 radiotelescopios de todo el mundo -asegura Muxlow-. Esas imágenes nos permitirán examinar la estructura de esta nueva radiofuente con más detalle. De todas formas, procesar una cantidad tan grande de datos será un trabajo arduo y penoso. Y sólo después podremos decir si efectivamente se trata de una rara forma de microquasar”. O de algo nuevo y completamente desconocido hasta el momento.
Fuente: http://rutapop.com/noticia/archives/2973
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