
Hoy nos remitimos a Carlos Mirabelli, nacido en Brasil, en 1889.
A los trece años, Mirabelli comenzó a darse cuenta que no era una persona normal cuando, trabajando como dependiente en una zapatería, una compradora entró al establecimiento reclamando que los zapatos que le habían dado no correspondían al número ni al modelo requerido, pidiéndole a Carlos que enmendara el error
En ese instante la mente de Carlos dibujó el estante y la caja deseada, y acto seguido apareció entre sus manos. A partir de ese día, las materializaciones y levitaciones de objetos inanimados se hicieron cosa de todos los días en el establecimiento.