Si. Aunque mucha gente lo ignore, la Luna no es el único objeto celeste que acompaña la Tierra en su viaje alrededor del Sol.
Existe un segundo cuerpo, un asteroide llamado Cruithne, que comparte nuestra órbita de forma “no estable”.
Con un diámetro de sólo 5 kilómetros, este cuerpo descubierto por Duncan Waldron el 10 de octubre de 1986, describe una trayectoria que vista desde nuestro planeta se asemeja a una herradura, moviéndose entre las órbitas de Mercurio y más allá de la de Marte, atravesando en cada ciclo la de la Tierra
Paul Wiegert, Kim Innanen y Seppo Mikkola describieron con precisión la trayectoria de este asteroide. |
Poseen tamaños que varían entre los 30 o 40 kilómetros y sólo un puñado de metros. Se trata de un grupo muy especial, ya que nos permiten especular sobre la frecuencia de los impactos que ha sufrido la Tierra en el pasado y -mucho más importante- los que podría sufrir en el futuro.
El asteroide Cruithne se destaca por poseer una órbita bastante inusual, recorriendo lo que los especialistas en mecánica celeste conocen como un “trayecto co-órbital” junto a la Tierra. Esto significa, en palabras simples, que comparte su órbita con nuestro planeta. Desde hace décadas que se especulaba que este tipo de trayectorias era posible, pero no fue hasta el 10 de octubre de 1986, cuando Duncan Waldron descubrió Cruithne sobre una placa fotográfica tomada mediante el telescopio UK Schmidt del Observatorio de Siding Spring en Coonabarabran (Australia) que se supo que un cuerpo real era capaz de moverse de esa manera.
De todas formas, recién el 12 de junio de 1997, en un artículo científico publicado en la revista Nature, Paul Wiegert, Kim Innanen y Seppo Mikkola describieron con precisión la trayectoria que seguía este asteroide.
El asteroide Cruithne se destaca por poseer una órbita bastante inusual
No es fácil describir la forma en que esta “luna” se mueve respecto de nuestro planeta. Un diagrama orbital en "co-rotación" sólo se puede visualizar si el observador se mueve junto al planeta en cuestión. Una buena forma de hacerlo es imaginando que uno se encuentra “volando” sobre el polo norte de nuestro planeta, desplazándose junto a el a lo largo de su órbita, mientras que se sigue con la vista el recorrido del asteroide. Desde esa posición se puede apreciar más o menos lo que se ve en el video anterior: Cruithne describe una danza alrededor de la Tierra que resulta mucho más complicada a la que efectúa la Luna, siendo más parecida a una herradura que a una elipse.Paul Wiegert, Kim Innanen y Seppo Mikkola describieron con precisión la trayectoria de este asteroide.
Cruithne no puede verse a simple vista. No solo es muy pequeño para ello, sino que se encuentra a una enorme distancia de la Tierra. En su aproximación máxima solo llega a unos 12 millones de kilómetros de nuestro planeta, unas 30 veces más lejos de lo que se encuentra la Luna. Un dato tranquilizador es que a pesar de lo compleja que es su trayectoria y su inestabilidad a largo plazo, los cálculos de Wiegart e Innanen demuestran que no impactará contra nosotros. O al menos, no durante un par de millones de años. Como decíamos, vista desde la Tierra su órbita se asemeja una herradura o un riñón, y realiza un cambio de ciclo cada 387 años. Está previsto que en julio de 2289 Cruithne realice una de sus máximas aproximaciones a la Tierra, tal como lo hizo en 1902.
Los cálculos de Wiegart e Innanen indican que no impactará contra nosotros.
Dentro del grupo de los Near-Earth asteroids hay al menos otros tres que poseen órbitas semejantes a la de Cruithne. Otros planetas, como Marte, también poseen objetos que los acompañan en trayectos co-órbitales, pero hasta donde sabemos, ninguno de ellos describe una trayectoria tan extraña como la de Cruithne. ¿Lo sabias?
Fuente: http://www.neoteo.com/cruithne-la-segunda-luna-de-la-tierra
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