
"Eran poco más de las tres de la madrugada y yo estaba en una garita. Tenía mi camioneta con las luces prendidas apuntando a los contenedores y de repente la perra que tengo echó a correr hacia ellos, y en ese momento yo la seguí. A unos treinta metros vi una silueta parada en uno de los brazos de una máquina retroexcavadora que está trabajando en el lugar", señaló el profesional.