La sonda Cassini ha descubierto una enorme columna de chorros de agua en el polo sur de la luna de Saturno 'Encelado', la sexta más grande de este planeta que, según los investigadores europeos, confirma la existencia de un océano salado y, "no sólo ayudaría a comprender el proceso de formación de las lunas planetarias, sino que además podría tener implicaciones en la búsqueda de vida extraterrestre".
Así, según recoge la revista 'Nature', un equipo de astrónomos de las universidades alemanas de Postdam y Heidelberg han confirmado que esta luna orbita alrededor del anillo ultraperiférico de Saturno 'E' y constituye uno de los tres únicos cuerpos del Sistema Solar que producen erupciones activas de polvo y vapor.
Además, es, junto con La Tierra, Marte y la luna de Júpiter 'Europa', uno de los escasos puntos del universo donde los astrónomos han podido recogido evidencias directas de agua.
En esta línea, otro artículo que publicó 'Nature' en 2008 ya explicaba que las columnas de vapor de agua "eran expulsadas con mucha más fuerza que las partículas de polvo". Este fenómeno impulsó la teoría de la existencia de un océano bajo la superficie de 'Encelado'. No obstante, las teorías tradicionales sobre la formación de satélites sugerían con anterioridad que estas lunas tenían, desde hacía miles de años, un profundo océano líquido en contacto con su superficie rocosa.
Este mismo equipo de investigadores ha detectado ahora la existencia de cloruro sódico entre el polvo expulsado por el satélite. Asimismo, los investigadores han estudiado los datos recogidos por el Analizador de Polvo Cósmico (CDA, por sus siglas en Inglés) a bordo de la Cassini, descubriendo restos de sal en las partículas heladas de esta luna, que según aseguran, "es signo del océano salado que se escondía debajo".
Así, según recoge la revista 'Nature', un equipo de astrónomos de las universidades alemanas de Postdam y Heidelberg han confirmado que esta luna orbita alrededor del anillo ultraperiférico de Saturno 'E' y constituye uno de los tres únicos cuerpos del Sistema Solar que producen erupciones activas de polvo y vapor.
Además, es, junto con La Tierra, Marte y la luna de Júpiter 'Europa', uno de los escasos puntos del universo donde los astrónomos han podido recogido evidencias directas de agua.
En esta línea, otro artículo que publicó 'Nature' en 2008 ya explicaba que las columnas de vapor de agua "eran expulsadas con mucha más fuerza que las partículas de polvo". Este fenómeno impulsó la teoría de la existencia de un océano bajo la superficie de 'Encelado'. No obstante, las teorías tradicionales sobre la formación de satélites sugerían con anterioridad que estas lunas tenían, desde hacía miles de años, un profundo océano líquido en contacto con su superficie rocosa.
Este mismo equipo de investigadores ha detectado ahora la existencia de cloruro sódico entre el polvo expulsado por el satélite. Asimismo, los investigadores han estudiado los datos recogidos por el Analizador de Polvo Cósmico (CDA, por sus siglas en Inglés) a bordo de la Cassini, descubriendo restos de sal en las partículas heladas de esta luna, que según aseguran, "es signo del océano salado que se escondía debajo".
Finalmente, los científicos señalan que del resultado de los estudios también se desprende que la concentración de cloruro de sodio en este océano podría ser tan elevada como los mares de la Tierra y llegaría a representar entre 0,1 y 0,3 partes de sal por litro de agua.
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