Gef, la comadreja que hablaba

Esta vez hablaremos acerca de Gef, una mangosta que, según el mito urbano, podía hablar y vivía en la granja de la familia Irving, en la Isla de Mann, dependencia del Reino Unido, en el mar ubicado entre Inglaterra e Irlanda. Esto sucedió en 1931.

Pero, ¿qué es una mangosta? Es una especie de mamífero carnívoro pequeño que se alimenta de ratones y víboras, de patas cortas y una cola larga. Parecida a las comadrejas.

Bueno, el mito dice que un día la familia Irving se encontraba de lo más normal en su granja cuando escucharon unos ruidos raros, como si rasgaran la puerta, al parecer una rata.
La sorpresa fue que encontraron una inusual criatura que empezó a hacer ruidos extraños: sonó como hurón, ladró como perro y, finalmente, balbuceó como bebé, para terminar hablando un inglés bastante decente.

Para la conmocionada familia, que consistía de James, el padre; Margaret, la madre; y Voirrey, su hija adolescente; dicho animal se presentó como Gef, la comadreja.

Aseguró haber nacido en Nueva Delhi, India, en 1852, además presumió de ser un animal “extremadamente inteligente”, un “espíritu terrestre” y un fantasma en forma de comadreja.

Dicho “espíritu”, también considerado como un críptido (criatura misteriosa que la ciencia no ha podido comprobar su existencia), era temperamental, exageraba acerca de sus poderes y le gustaba aventar objetos a la gente. Se cuenta que molestaba a los vecinos y los espiaba para después regresar con la información para los Irving con quienes mantenía una buena relación, al grado de ser bromista. Por si esto fuera poco, Gef tenía talento para cantar, sin duda, un gran entretenimiento para la familia, menos en aquella ocasión en la que fingió haber sido envenenado.

La historia de Gef cobró gran interés y la prensa se trasladaba a la Isla para encontrar a la criatura. La investigación más famosa la realizó el biógrafo Richard S. Lambert, de la publicación The Listener. Otro investigador de lo psíquico, Nandor Fodor, se quedó en la casa de los Irving por una semana en la que nunca vio, ni escuchó a Gef; sin embargo, entrevistó tanto a la familia como a los vecinos y se fue del lugar creyendo que la historia era verdadera. Dijo que los Irving eran unas “personas sinceras, francas y simples”.


La historia termina cuando los Irving venden su propiedad –por la mala reputación que tenía de estar embrujada– y la nueva dueña, Leslie Graham, granjera, asegura haber matado al misterioso ser… Lo cierto es que la existencia de Gef nunca ha podido ser comprobada. El supuesto cadáver –un animal blanco con negro, pero mucho más grande que una comadreja– fue presentando ante Voirrey Irving quien dijo que no se trataba de su “amigo”.

En 2005 Viorrey muere, pero hasta en sus últimos días, la hija de James Irving asegura que Gef no es invención suya ni de su familia. Sin embargo, la única prueba de su existencia son unas extrañas huellas que no concuerdan con las de una comadreja, ni con las de ningún otro animal de la región…












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