El granjero suizo Eduard "Billy" Meier.
Este hombre, nacido el 3 de febrero de 1937, se convirtió en uno de los personajes más famosos de la vertiente contactista del fenómeno OVNI. C
on una minusvalía (debido a un accidente quedó manco), y de limitados recursos económicos, su nombre saltaría a la palestra a partir de 1975, fecha en la cual habría iniciado unos intensos y repetidos contactos con seres procedentes del cúmulo de estrellas conocido como Pléyades.
A raíz de estas historias, el supuesto contactado proporcionó diversas evidencias para tratar de convencer a los ufólogos de la realidad de su historia, especialmente numerosas fotografías de OVNIs que se mostraban como las más espectaculares de la historia.
Según su testimonio, públicamente conocido a raíz de sus supuestos encuentros en los años setenta y posteriores, ya desde los cinco años habría tenido ciertos contactos con seres extraterrestres.
Sin embargo, fue a partir de 1975 cuando estos encuentros se habrían retomado de una manera continuada. Concretamente el 28 de enero de dicho año y hacia las 14 horas, Meier se habría encontrado con un disco metálico en un prado cercano a su casa, en la localidad suiza de Hinwil. De dicho aparato salió Semjase, una "mujer" que dijo proceder de las Pléyades.
El granjero, siempre según su relato, tendría después otro centenar de contactos en los que Semjase le habría presentado a otros visitantes de las Pléyades. Éstos le explicaron que intentaban controlar el desarrollo de vida en el Universo, pero sin intervenir en los problemas de civilizaciones en estado de evolución, como la terrestre. Hablaron también de los sistemas de propulsión de las naves, del Universo y del tiempo (que los pleyadianos medirían por acontecimientos), entre otras cosas.
La comunicación se producía telepáticamente y en ocasiones hablada, ya que los pleyadianos no hablaban únicamente suizo, sino que de acuerdo a la historia de Meier, ellos estarían en posesión de todos los idiomas del Universo.
Entre los numerosos estudiosos interesados por el caso, destacó el coronel Wendelle Stevens, quien se desplazó a la residencia del suizo y realizó una amplia investigación del conjunto de los sucesos.
A raíz de esta investigación y con el objetivo de demostrar la realidad de sus historias, Meier ofreció "evidencias" como las siguientes:
La grabación de un extraño sonido
El cual correspondería al emitido por una de las naves.
Los análisis los realizaron, de manera independiente, Robert Shellman (ingeniero de sonido de un laboratorio submarino de la Marina de Estados Unidos) y Nils Rognerud (ingeniero y asesor electrónico), quienes quedaron ciertamente sorprendidos ante la extrañeza del audio, concluyendo que habría sido muy difícil realizar una falsificación así.
Fragmentos metálicos
Supuestamente correspondientes a los que constituirían las naves pleyadianas. Se realizaron hasta cuatro análisis de dichas muestras, de los cuales sólo uno de ellos (el llevado a cabo por Marcel Vogel, químico de la IBM en San José, California) podría respaldar mínimamente la procedencia, al menos insólita, de los materiales.
Y es que, según el Dr. Vogel, los fragmentos se componían de una extraña aleación, aunque totalmente terrestre.
Las espectaculares fotografías de nítidas naves a la luz del día.
Algunas de estas instantáneas fueron analizadas por el físico Neil Davis, director del laboratorio Desing Technology; por Robert Nathan y Bob Post, pertenecientes al laboratorio óptico del Jet Propulsion Laboratory; y por Michael Malin, doctor en ciencias planetarias y especialista en procesado de imágenes por ordenador.
Ninguno de ellos pudo encontrar evidencias de fraude, como tampoco verificar la autenticidad de las imágenes.
A pesar de los diversos estudios, los cuales no lograron demostrar científicamente la procedencia extraterrestre de las naves de Meier, ni tampoco la existencia de fraude, los años han jugado en contra del supuesto contactado. Así, Kal K. Korff publicó un voluminoso trabajo en el que se exponen las evidencias que colocarían a Meier como un auténtico farsante.
Korff desmenuzó todos los aspectos del caso del contactado suizo, denunciando entre otras cosas, la dudosa integridad de Vogel (el único en ofrecer cierto soporte a la extrañeza de los fragmentos asociados a las naves), la ausencia de negativos originales y fotografías de primera generación para los análisis fotográficos, o la falsedad de las fotografías tomadas por Meier durante sus supuestos viajes espacio-temporales a bordo de las naves pleyadianas.
Además, a lo largo de los años, Meier ha ido reuniendo un numeroso grupo de seguidores concentrados alrededor de su organización FIGU (Comunidad Libre Interesada en Ciencias de Frontera y Espirituales y Estudios Ufológicos), lo que ha hecho aumentar las comparaciones de su movimiento contactista con las sectas.
Lo cierto es que la mayoría de los ufólogos han ido retirando su apoyo al caso Meier, a pesar de que todavía existen estudiosos que mencionan la ausencia de fraude demostrado en muchas de sus fotografías o la existencia de testigos secundarios en algunos avistamientos, como pruebas de sus contactos con los seres pleyadianos.
Un caso puntal es la fotografía a dos alienígenas, las cuales se corroboró luego, que eran una captura fotográfica de un programa de TV
(Click en la imagen para ampliar)
Fuente: http://www.informeovni.net/imagenes/foto7meier.html
0 comentarios:
Publicar un comentario