Retrocedamos al 7 de febrero de 1971 (calendario terrestre), Ed Mitchell se movía mucho más rápido que una bala de fusil, en una trayectoria que iba de la Luna a la Tierra.
Entonces fue cuando aquella extraña cosa sucedió…
Mitchell había pilotado el modulo lunar Apollo 14 hasta la región de Fra Mauro en la Luna, y se convirtió en el sexto humano en efectuar labores científicas en el polvo; más tarde él y el comandante Alan Shepard abandonaron el regolito y se subieron a la nave para emprender el camino de vuelta a casa.
Ahora estaba aburrido: “Solo éramos ingenieros de sistemas en una nave espacial que funcionaba a la perfección”. De modo que se puso a mirar por la ventana. El módulo de mando apuntaba hacia “arriba” – es decir, su ubicación era perpendicular a plano del sistema solar – y giraba lentamente, aproximadamente a una revolución cada dos minutos. Se le llama “modo barbacoa”, y se usa para calentar la nave a partes iguales. Ed flotaba dentro de la nave, observando la Tierra, la Luna, el sol y el campo de estrellas.
Y entonces, sin previo aviso, le invadió un sobrecogedor sentimiento de felicidad, eternidad, conexión… Sintió de pronto y en profundidad que comprendía que sus átomos constituyentes habían nacido de los fuegos de antiguas supernovas. Vio a la Tierra y sus gentes y al resto de especies y sistemas como un todo sinérgico, integrado y unificado. Se sintió bien, en éxtasis en realidad…
No fue el primero – ni el último – en vivir esta epifanía específica.
Acababa de experimentar lo que los astronautas llaman efecto “visión general”.
Fuente: http://www.maikelnai.es/2007/10/16/el-efecto-vision-general-overview-effect/
lunes, 30 de noviembre de 2009
El efecto "Visión general"
lunes, noviembre 30, 2009
1 comentarios:
Sería fabuloso sentir eso, la conexión que existe entre todo lo que nos rodea.
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