
La situación parece digna de una argumento para cine de terror pero tiene aristas reales que pueden expresar vecinos del barrio Autódromo, situado a unos 20 kilómetros del centro de la capital salteña, que aseguran que desde hace un tiempo en el lugar se percibe una extraña sucesión de lo que bien definen como “cosas raras”.
Una rica crónica del periodista Miguel Escalante, del rotativo salteño El Tribuno, daba cuenta del hallazgo una calavera aun con carne y cabellos adheridos a la pieza ósea, en el frente de una casa situada en la calle Tadeo Tadías al 100.