En la perdida memoria del tiempo se esconde uno de esos casos que cautivaron, conmocionaron e hicieron camino en la larga historia de la ufología nacional.
Entre llanos y marismas un nombre resuena aún con los ecos de la añoranza del pasado y de su significado en, otrora, épocas pasadas, es "El Condesito".
Se llamaba "El Condesito" a una finca ubicada en la localidad onubense de Rociana que en su apacible calma un día vio quebrantada esa quietud con fenómenos de difícil comprensión:
apariciones de luces y objetos misteriosos en el cielo o manifestaciones sonoras de difícil calificación, a tal extremo que los trabajadores de la finca llegaron a abandonar su trabajo ante la presión y el miedo a lo que allí acontecía.