En la perdida memoria del tiempo se esconde uno de esos casos que cautivaron, conmocionaron e hicieron camino en la larga historia de la ufología nacional.
Entre llanos y marismas un nombre resuena aún con los ecos de la añoranza del pasado y de su significado en, otrora, épocas pasadas, es "El Condesito".
Se llamaba "El Condesito" a una finca ubicada en la localidad onubense de Rociana que en su apacible calma un día vio quebrantada esa quietud con fenómenos de difícil comprensión:
apariciones de luces y objetos misteriosos en el cielo o manifestaciones sonoras de difícil calificación, a tal extremo que los trabajadores de la finca llegaron a abandonar su trabajo ante la presión y el miedo a lo que allí acontecía.
Ante tal situación, nos encontramos en abril de 1975 un grupo de personas cuyo interés y espíritu de aventura-conocimiento los embarca en una investigación sin precedentes en la búsqueda de aquello que llamamos: Desconocido. Uno de aquellos pioneros del misterio en la región era Manuel Osuna Llorente, profesor rural de la localidad sevillana de Umbrete, de fuerte carácter y marcadas tendencias ufológicas; con él otros históricos hoy de la ufología nacional como Ignacio Darnaude Rojas-Marcos, Julio Marvizón, Rafael Díaz, Roberto Pozuelo, Francisco Pelaez. José Ruesga Montiel, Helio Contreras o el mismísimo Antonio José Biosca, director del conocido espacio de la Cadena SER en la década de los 70 "Medianoche".
La situación en la finca se hacía por días insoportable e insostenible y en ella estos investigadores pudieron grabar hechos que pasarían a la historia de forma inquietante...
Uno de sus protagonista se manifestaba así, es Antonio José Alés: "Un noche se vio un gran destello en el cielo que nos emocionó. Las cámaras lo captaron, el destello en su máxima intensidad, duró unos segundos, pero los efectos residuales luminosos se mantuvieron unos minutos y poco a poco se fueron diluyendo, y fue entonces cuando se advirtieron dos pequeños puntos luminosos, uno se diluyó de inmediato y el otro, que se mantuvo algo más, se fue elevando poco a poco hasta adquirir una extraña forma, primero de aspecto fetal. Posteriormente tomó el aspecto de un astronauta, hubo tiempo de hacerle una fotografía y se alejó..." Aquella experiencia marcó ya el devenir de futuras investigaciones. Manuel Osuna lanzó la hipótesis de una "nave" sobre Sanlúcar de Barrameda que habría lanzado un holograma para avisar a los observadores de lo que sucedería sobre la finca...
El equipo de Manuel Osuna también fue innovador en su época y gustaba de usar o hacer fotografía con película infrarroja para tratar de captar por ese medio aquello que el ojo humano no es capaz de ver. Era "fotografiar lo invisible" como le gustaba decir. Una de esas noche algo insólito ocurrió que no descubrieron hasta revisar en sus domicilios el material de la investigación: en una de las fotografía realizadas con película infrarroja se distinguía perfectamente lo que parecía ser el rostro de un desconocido frente al objetivo, alguien, que a decir de los testigos, no estaba allí presente y que pertenecía a otro mundo, a otra dimensión o a otro universo desconocido... Era la fotografía mítica del caso "El Condesito" y la que a la postre inmortalizaría este caso para la posteridad en los anales de la ufología nacional.
Imagen del presunto extraterrestre tomada en infrarrojos.
El rostro pertenecía a un desconocido de 1,85 metros de altura, con las cavidades oculares claramente marcadas, larga nariz, orejas excesivamente pegadas al "cráneo" y lo que aparentemente se calificó de barba o zona barbada. Aunque se dieron mil explicaciones a esta presunta fotografía de un extraterrestres al final prevaleció la hipótesis más arriesgada y se le pasó a denominar como la "fotografía del extraterrestre de "El Condesito""... Todos llegaron al convencimiento, tal vez llevados a él por la figura dominante de Manuel Osuna y Helio Contreras, que lo visto aquella noche era la prueba irrefutable de la realidad OVNI entre nosotros. A Osuna y Contreras les gustaba pensar que aquel ser captado era un extraterrestre "que se había dejado fotografiar para dejar evidente la prueba de su existencia a aquellos buscadores de OVNIs".
Los fenómenos prosiguieron y también en plenas marismas onubenses, en pleno Coto de Doñana, se pudieron ver luminiscencias que formaban espirales, círculos y otras formas luminosas que dejaban impresionados a nuestros testigos-investigadores.
Las investigaciones no eran nuevas en la zona, ya se había investigado y se habían realizado observaciones OVNIs en ella durante el año 1974 (comenzando el 17 de julio) y a partir de esa fecha proseguido en el tiempo y los años.
En septiembre de 1975 dentro de "El Condesito", cuya propiedad era de Francisco Ferraro Bejarano, se capta algo que llena de estupor a los asistentes... una psicofonía que decía: "Ya-qui" y que entendieron en su ambigüedad como "Ya aquí" o "ya estamos aquí", todo ellos tras ser observados unos objetos luminosos que también fueron calificados aquella noche de misterio y emociones como OVNIs.
Igualmente se captaron en aquellos rudimentarios, aunque no exentos de calidad, magnetófonos unos golpes sobre un objeto metálico de no excesiva resonancia... Nadie sabía de donde surgieron aquellos golpes que nadie de los presentes pareció haber provocado.
Las sorpresas no abandonaban a este grupo de pioneros y en una posterior visita una nueva voz del misterio es captada por sus magnetófonos. En esta ocasión se capta un vocablo inglés: "Hop" que es traducido equívocamente como "espera, confía y ten esperanza". Incluso hay quien afirma que se grabaron otras psicofonías que decían "Manolo" por Manuel Osuna, como si todos aquellos mensajes e inquietantes fenómenos desconocidos estuvieran dedicados a convencimiento ulterior de Manuel Osuna de la existencia real de todo aquello que había investigado ante su desarrollada enfermedad, era como si algo o alguien lo estuviera premiando por su carrera paranormal en una vida que ya se le apagaba por momentos.
En aquellas experiencias psicofónicas también parecían disponer de un guía o enlace con ese lado desconocido, llamado Oxalc y con claras tendencias argumentales del IPRI o los contactos con el grupo peruano del entonces periodista Juan José Benítez. No puedo olvidar en este apartado que nuestros pioneros también se apoyaron en la ouija como método de contacto, en su convencimiento de que cualquier método es bueno si ese contacto se daba y podían captarlo y demostrarlo. Eran otros tiempos, eran otros métodos... Quizás más crédulos pero también menos viciados que los que se dan en la actualidad.
Nuestro lector, en esta ruta apresurada por lo más importante sucedido en la onubense finca de "El Condesito" podría pensar que el caso tenía y tiene todo aquello que un investigador del misterio, de lo desconocido busca: psicofonías, ouija, mensajes extraños, un guía "del más allá", OVNIs, apariciones extraterrestres y extrañas formas que parecían indicar que las voces del otro lado o los No Identificados estaban iniciando el contacto pero... Pero no, no es todo así. Sólo hemos expuesto una parte, una parte que nos muestra lo que consiguieron y captaron aquellos aventureros del misterio que marcaron una senda a generaciones posteriores, con todos sus valores, defectos y virtudes... Sin embargo todo aquello podría ser explicado, todos los fenómenos ocurridos en esta singular finca podrían tener una perfecta y clara explicación que aunque catalogaríamos de "experiencias únicas" lo cierto es que también habría que etiquetarlo como "experiencias racionalmente explicables". Y es que los fenómenos luminosos en la zona del Parque Nacional de Doñana en las localidades andaluzas de Huelva, Cádiz y Sevilla son conocidos desde hace décadas.
La proximidad de las instalaciones del INTA en Mazagón (Huelva) y las pruebas-experiencias aeroespaciales que en ella se realizan ha sido causa durante décadas de confusiones con los Ovnis.
Fotografía de Roberto Pozuelo sobre finca El Condesito.
Así pues en una época de absoluto secretismo militar en España, en una postrera dictadura en nuestro país y con unos oscuros acuerdos con los EE.UU. en cuestión de cesión territorial para instalaciones americanas en territorio español, pues el recabar información veraz sobre experiencias realizadas en la zona por el INTA o por los aliados norteamericanos era poco menos que imposible o simplemente la negación por parte de las autoridades competentes españolas en dicha materia de cualquier experiencia militar o similar secreta realizada en la zona.
Así, y pese a los bueno contactos que nos consta que el grupo de Manuel Osuna tenía, no llegaron nunca a obtener esa información veraz... Algo diferente en nuestros días.
Hoy día sabemos que la década de los 70 en la zona fue pródiga en la realización de experimentos y experiencias aéreas con lo cual podían ser divisadas y contempladas con facilidad en localidades cercanas, localidades cercanas como... Rocíana, justo la ubicación de la finca "El Condesito"... y como en tantas otras ocasiones, las autoridades españolas preferían que se creyera en OVNIs y fenómenos ufológicos o de contacto antes que en pruebas secretas militares.
La mascarada era perfecta, el resto se conseguiría con una cortina de negación y silencio, y tal vez con algo de publicidad en medios de comunicación que arengaran ese extraño movimiento que buscaba OVNIs en los cielos españoles.
Habría ocasión también de hablar de la permisividad española a las experiencias militares americanas con ruta Morón de la Frontera y Rota (bases "hispano"-americanas) que provocaron multitud de fenómenos confundidos con los OVNIs y que se alentaron a ser calificados como tales y que escondía una clara vinculación entre secretos militares, pruebas clandestinas y extraños prototipos espías... Pero eso, eso es otra historia...
El primer paso está dado, las experiencias luminosas contempladas por el equipo de Manuel Osuna podrían ser explicadas, pero... ¿qué decir de las extrañas psicofonías o de los mensajes ouija obtenidos en la nobiliaria finca de "El Condesito"? Como todos sabemos, en las sesiones del mal llamado juego de la ouija hay mucho componente psicológico en sus mensajes.
La teoría más comúnmente aceptada es que es la psicología del mismo grupo, el subconsciente colectivo, el que emite esos mensajes que da el tablero, mensajes sobre un pasado cierto y conocido internamente y sobre un futuro tan vaporoso como desconocido o incierto. Los mensajes vía ouija no dejan de ser una curiosidad dentro del interés de este caso, pero no un dato válido en una investigación de las características que se llevó a cabo en "El Condesito" sin con ello herir sensibilidades de aquellos lectores que se prodiguen en el llamado juego de la ouija y en sus mensajes.
Con las psicofonías pues han pasado décadas desde que F. Jurgenson las captara y popularizara y hoy, en pleno siglo XXI, aún no se ha puesto de acuerdo la comunidad investigadora de qué son, de dónde vienen, qué quieren o qué pretenden.
Para unos no son más que fragmentos residuales de audio que se mantienen en una determinada zona o que simplemente se están en nuestra atmósfera rebotando y esperando poder "comunicarse".
Para otros es la misma impregnación del subconsciente el que materializa esta voces en el soporte otrora magnético y hoy digital.
Para otros son definitivamente voces del otro lado, de otros mundos que vienen a darnos mensajes terroríficos a veces y a veces de esperanza en que hay algo más después de la muerte... pero... ¿psicofonías de presuntos extraterrestres eligiendo tal método para su contacto? Pues es otra de las hipótesis de trabajo... Igual que en la ouija se puede manifestar un ser del que dicen bajo astral, una persona fallecida o un extraterrestre (¡), en las psicofonías ocurre lo mismo... Es un campo abierto a la especulación, sin embargo no podemos olvidarnos de las grabaciones accidentales, de las "voces de pasillo" confundidas hoy día con psicofonías y que nos dejan un sonograma diferentes al espectro de voz humano y que sin embargo, por las características que se han dado durante su grabación (ruido, interferencias, lejanía, tercer plano de audio...) ese sonograma no se corresponde con el humano.
También es posible, porque una grabación errónea accidental se puede dar y se da con frecuencia en investigaciones multitudinarias (más de cuatro personas) y luego conducen o inducen al equívoco. En el caso de la investigación en "El Condesito" se llegaron a reunir hasta trece personas más los guardeces de la finca... ¿y quién podría garantizar la absoluta fiabilidad del silencio y condiciones de grabación de las presuntas psicofonías? La respuesta no la tenemos pero comparándola con actuales investigaciones similares podríamos concluir un: nadie. Otros pensarán: ¿es serio hacer este tipo de experiencias en una investigación que se precie? La respuesta es que hay tantos sistemas de investigación como personas y cada uno somos jueces de nosotros mismos. Y quiero hacer constar que yo también he sufrido estos equívocos durante mis investigaciones, equívocos accidentales, provocados voluntaria o involuntariamente por terceros o miembros o ex miembros de mi equipo que posteriormente han provocado situaciones de extremos estrés y trabajo al analizar determinados resultados. Es muy complejo y por ello la hipótesis paranormal debe ser la última en ser sopesada. Pero a las experiencias psicofónicas de "El Condesito" también abría que atribuirle esta vía de explicación pese a la espectacularidad de todos los fenómenos que se vivieron en la finca durante los años de su investigación.
Un punto donde debemos detenernos es en la misteriosa fotografía del supuesto ser captado ante la cámara con película infrarroja y que tanto hizo hablar de ella. No vamos a hacer aquí un memorando de análisis informático de una fotografía ni vamos a transcribir todo el informa resultante de nuestra petición de ayuda a diferentes profesionales del sector pero baste decir que la fotografía se tomaron en noche de Luna llena, casi en su cenit, con humedad relativa moderada. La cámara fotográfica estaba apoyada sobre el techo curvado de un SEAT 124 y con una carencia de tomas de 60 segundos de exposición, No se informa nada sobre el enfoque o la obturación aunque se le presupone en estas cámaras de entre un 2,8 y un 3,5, la óptica sería la estándar de 35 mm. La imagen muestra a un ser, varón aparentemente, con raya hacia un lado, barbado, orejas pegadas al cráneo, cavidades oculares y larga nariz.
No se distingue la boca y está desenfocada. Se calcula que la figura captada se encuentra a menos de medio metro de la cámara al estar ubicada al infinito provoca el hecho de su desenfocado. Con todo ello la base más sostenible para explicar esta "inexplicable" fotografía, a decir de los testigos, es que alguien se acercó a corregir la posición de la cámara mientras ésta se encontraba realizando esas series de fotografías, la persona colocó correctamente la misma o al percatarse de su estado activo de investigación simplemente comprobó su orientación y posición acercándose a la misma, turbando su enfoque y quedando plasmado para la posteridad como el investigador que pasó a ser el extraterrestre de "El Condesito" por puro accidente y azar...
Se podría, no obstante, escribir mucho sobre las características de este tipo de fotografía o del extraño personaje captado en la misma en aquella noche mágica de 1975 en Rocíana... pero desde el mismo momento en el que la misma, de ser debido a la incorrecta manipulación o ubicación de uno de los investigadores aquella noche, queda poco menos que relegada la opción "fotografía extraterrestre" al último lugar quedando patente que todo pudo ser debido a uno de los presentes. A este respecto se apuntó en un principio a que fuera la imagen del propio Julio Marvizón por sus características morfológicas. Otros en cambio apuntan a la posibilidad del propio Francisco Ferraro Bajarano o el guardes a su servicio en la finca... Sea como fuere parece que la famosa fotografía parece deberse a un personificado e inmortal ya curioso en busca del misterio aquella fría noche de los albores del franquismo en España.
Presunto OVNI sobre Rociana en proximidades de la finca El Condesito.
Se consiguieron otras instantáneas bastante notables en la finca de Rociana pero el matiz es que los resultados también se debían a una exposición elevada de tiempo que hacía que cualquier detalle se magnificara, ante los resultados, las ganas de Helio Contreras, la ilusión de Manuel Osuna o las, a veces, demasiadas afirmaciones pro HET que se estaban viviendo, incluidos consejos de autores como Antonio Ribera hacían que el caso adquiriera una dimensión que, tal vez, más fríamente estudiado no hubiera alcanzado jamás. El mismo Manuel Osuna en sus últimos días de vida expresó sus dudas, exceso de ganas por creer y precipitación sobre este impactante caso.
Un caso que siempre llevó la incómoda sombra de la sospecha sobre él y que popularizó (otro factor importante de su éxito como caso ufológico) exageradamente Antonio José Alés desde su "Medianoche" y posteriormente en obras como "OVNIS en España" (Tribuna de Actualidad) y "Alerta OVNI" junto Andrés Madrid (Editorial UVE). En épocas más reciente, José Miguel Alcíbar Cuello realiza un importante esfuerzo en el análisis de la fotografía del presunto extraterrestre quedando plasmada en su más que interesante obra: "El Condesito: un viaje al corazón del fenómeno OVNI" (Fundación Anomalía) donde se realiza el mejor análisis fotográfico de la misma y es la fuente de donde muchos inspiran sus trabajos para hablar de este caso, aunque quizás su libro no dijera nada nuevo ni conocido para aquellos que ya habían estudiado en profundidad este apasionante caso.
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