Los astrobiólogos tienen la esperanza de hallar vida en otros lugares del universo, incluso en nuestro propio vecindario cósmico: el sistema solar.
Sus esfuerzos se concentran, generalmente, en mundos como el planeta Marte, o las lunas heladas como Europa.
Sin embargo, hay otros lugares menos convencionales dentro del sistema solar en donde los científicos piensan que se puede encontrar vida.
En la conferencia de la Sociedad Internacional para el Estudio del Origen de la Vida, celebrada en Florencia, Italia, Joop Houtkooper, de la Universidad de Giessen, divulgó la teoría de que la vida podría haberse originado en el asteroide Ceres.
El lejano mundo Ceres, el planeta enano conocido más pequeño del sistema solar, se encuentra en el cinturón de asteroides. Fue denominado planeta luego de su descubrimiento en 1801, más tarde descendió a la categoría de asteroide. Pero, con la más reciente definición de la Unión Astronómica Internacional, el objeto esférico es ahora considerado un planeta enano. ¿Existe una chance de que este mundo exótico sea el hogar de organismos extraterrestres?
"Esta idea vino a mi mente cuando oí una charla donde se afirmaba que todos los satélites del sistema solar están formados en gran parte por hielo, mucho del cual se halla en estado líquido", dice Houtkooper. "El volumen total de todo este líquido es algo así como unas cuarenta veces el contenido por todos los océanos de la Tierra".
Esto le recordó a Houtkooper una teoría acerca de cómo se originó la vida. Los organismos pueden haberse desarrollado al comienzo alrededor de ventilas hidrotermales, que se encuentran en el fondo de los océanos y expulsan productos químicos hirvientes.
Muchos cuerpos helados de nuestro sistema solar tienen núcleos rocosos, de tal manera que se puede pensar que poseen ventilas hidrotermales.
Entonces Houtkooper pensó: "si la vida no es un fenómeno exclusivo de la Tierra y existe en otros lugares, estos cuerpos de hielo son los lugares donde la vida podría haberse originado".
Buscando evidencia
El comienzo de la historia del sistema solar es un período conocido como Bombardeo Intenso Tardío, una época turbulenta donde los impactos cataclísmicos de asteroides eran frecuentes. Si hubo vida en la Tierra antes de esta peligrosa era, es muy probable que haya sido erradicada y que haya tenido que comenzar nuevamente cuando gran parte de los desechos planetarios fueron desalojados del sistema solar interior.
Curiosamente, la evidencia indica que Ceres permaneció indemne a los impactos durante esta época. Si hubiese sido bombardeado, hubiese perdido, y para siempre, su manto de agua; ya que su fuerza gravitacional es demasiado débil como para recapturar el líquido perdido. Esto es lo que probablemente ocurrió con el asteroide Vesta, que presenta un gran cráter de impacto y la ausencia total de agua.
"La evidencia señala que Ceres debe haber permanecido a salvo durante el Bombardeo Intenso Tardío", afirma Houtkooper. Esto significa que Ceres tendría "un océano de agua donde la vida podría haberse originado en la historia temprana del sistema solar".
Esto conduce a una interesante hipótesis. Si la Tierra fue esterilizada por impactos colosales, pero Ceres hospedó la vida superviviente, ¿podría el planeta enano re-inseminar nuestro planeta con vida, a través de fragmentos de roca que escaparon de Ceres e impactaron en nuestro planeta? ¿Todos los organismos terrestres, incluyendo humanos, son descendientes de Ceres? Esta es la idea que Houtkooper se dedicó a analizar.
"Observé diversos cuerpos del sistema solar, ya sea que tengan o hayan tenido océanos", explica. "El planeta Venus probablemente tuvo un océano en su historia temprana, pero la gran masa de este planeta implica que una gran fuerza es necesaria para que un fragmento de su corteza se aleje en dirección a la Tierra.
Los objetos pequeños, como Ceres, tienen velocidades de escape menores, facilitando la separación de pequeños fragmentos".
La vida en Ceres
Por último, Houtkooper consideró la posibilidad de que actualmente existan organismos vivos en Ceres. "En el océano podría haber vida", sugiere. "En la superficie sería más dificultoso. Sin embargo, hay algunas posibilidades. Podría existir vida basada en el peróxido de hidrógeno, capaz de resistir bajas temperaturas". Aunque hasta el momento no se conoce la existencia de peróxido de hidrógeno en Ceres, tampoco existe evidencia que descarte esta posibilidad.
La idea de que la Tierra fue inseminada con vida proveniente de Ceres, y de que hoy en día habría criaturas vivas en el planeta enano, es sin duda fascinante, pero Houtkooper admite que esto es más ciencia ficción que hecho científico, mientras no haya evidencia disponible.
Ésta es naturalmente difícil de obtener, puesto que Ceres es un pequeño y distante mundo. Incluso las mejores imágenes actuales contienen poca definición, y sólo muestran algunas formaciones superficiales; representa un misterio la naturaleza de estas formaciones.
El análisis espectral indica la presencia de materiales arcillosos, y la forma ligeramente aplanada de Ceres es lo que podría esperarse de un mundo con un núcleo rocoso bajo un capa de agua congelada. Ceres es un planeta enano con muchos secretos.
Afortunadamente, este panorama pronto cambiará gracias a la misión Dawn (Amanecer) de la NASA. Lanzada en 2007, la sonda espacial debe llegar a Ceres en 2015. Una vez allí, echará luz sobre este misterioso mundo y, quizás, tomará fotografías de géiseres de agua en plena acción. Una vista detallada de Ceres podría indicar si realmente tiene potencial para albergar vida.
Fuente: http://axxon.com.ar/nasa/c09abr13-02.htm
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