Los evangelios canónicos que narran la vida de Jesucristo nos han dejado un vacío. No tenemos información sobre su apariencia física.
Tampoco existe ningún dibujo o representación pictórica de su figura realizado durante su corta existencia.
La opinión de los investigadores y la de los fieles sobre la autenticidad del Santo Sudario de Turín esta dividida.
El caso es tan complejo, que el manto que supuestamente envolvió el cadáver de Jesucristo ha dado nacimiento a una nueva ciencia, la sindologia. Si asumimos que El Santo Sudario de Turín envolvió el cadáver de Jesús, el sudario seria la única referencia a su apariencia física, según el cual Jesús habría tenido una estatura inusual para la época, un metro y ochenta centímetros.
Ante la falta de evidencia, la imagen de Jesucristo ha estado y sigue estando en manos de la imaginación de los artistas. Si cerramos los ojos, y nos imaginamos a Jesús, al menos en el mundo occidental, tendríamos una imagen mental muy parecida. Un hombre de piel blanca, delgado, alto y con cabello largo de color marrón oscuro.
Pero, ¿esta imagen tiene algún soporte histórico?
Imagen perteneciente al Santo Sudario en Turín |
El Nuevo Testamento contiene sólo dos pasajes que nos dan algún indicio sobre la apariencia física de Jesús. En el Evangelio de Mateo, cuando Judas va a entregar a Jesucristo le da un beso para que los soldados romanos lo puedan identificar, eso podría significar que Jesús no se diferenciaba mucho en apariencia de sus discípulos.
- Mateo XXVI, 48-49, El que le iba a entregar les había dado esta señal: “Aquel a quien yo dé un beso, ése es; prendedle.”Y al instante se acercó a Jesús y le dijo: “¡Salve, Rabbí!”, y le dio un beso.
Si hubiera sido fácil diferenciar a Jesús de sus discípulos, Judas no habría necesitado hacer un gesto tan comprometedor para entregarlo, hubiera bastado con un indicador, como el más alto, el de la túnica roja, el del pelo largo, el flaco, el gordo, etc. Podemos entonces deducir que Jesús y sus discípulos eran muy parecidos físicamente.
La segunda referencia a la apariencia física de Jesucristo, se encuentra en una de las cartas de Pablo.
- 1era Corintios, XI, 14-15, ¿No os enseña la misma naturaleza que es una afrenta para el hombre la cabellera, mientras es una gloria para la mujer la cabellera?
Jesús representado con el cabello largo |
Podría existir la posibilidad de que Pablo no conociera que Jesús llevaba el cabello largo, pero es muy poco probable que el fundador de la Teología Cristiana hubiera dejado pasar un detalle tan importante.
Muchos investigadores afirman que Jesucristo llevaba el cabello largo pues como su primo, Juan “El Bautista”, había tomado los votos de la secta judía de los Nazareos, a cuyos miembros les estaba prohibido cortarse el cabello.
Lo cierto es que en ningún lugar del Nuevo Testamento se afirma que Jesucristo era un Nazareo.
Además, los Nazareos no podían beber vino, y como vemos en el siguiente pasaje de Mateo, Jesús si bebía vino.
- Mateo XI, 18-19, Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: “Demonio tiene.” Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Ahí tenéis un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores.”
Richard Neave trabajando con uno de los cráneos |
Probablemente, llevaba el cabello corto como la mayoría de sus seguidores.
Un grupo de especialistas comandados por Richard Neave, decidió hace unos años hacer uso de las técnicas de antropología forense para reconstruir el rostro de Jesús.
Richard Neave, quien anteriormente había reconstruido con la misma técnica el rostro del Rey Midas y de Alejandro “El Grande”, basó su trabajo en 3 calaveras de la época de Jesús encontradas cerca de Jerusalén, comparándolas y buscando rasgos comunes.
A partir de ellas hizo una reconstrucción tridimensional.
Según la investigación de Neave, el Sol, los vientos y las lluvias habrían dejado marcas en el rostro de Jesucristo, ya que su trabajo como “obrero de construcción” se habría realizado mayormente al aire libre, y gracias a este oficio, su contextura seria más musculosa que aquella que se nos presenta usualmente.
Este sería el verdadero rostro de Jesús |
El resultado de ese experimento es muy similar al de Richard Neave.
Si bien nadie puede afirmar que la imagen creada por Richard Neave (derecha) es el verdadero rostro de Jesucristo, definitivamente se acerca más a la realidad física de los habitantes de
Galilea de aquella época. Incluso en algo tan aparentemente banal como su apariencia física, lo que conocemos de Jesucristo es muy poco y además esta tamizado por el ojo de la Iglesia Católica y de sus fieles artistas.
Fuente: http://losdivulgadores.com/2011/08/el-rostro-de-jesus/
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