El 28 de octubre de 1994 Robert Willner impartió una rueda de prensa en un hotel de Carolina del Norte, en la cual se clavó una aguja que presuntamente contenía sangre de un enfermo de SIDA: Willner era un médico al que se le revocó su licencia de Florida por, entre otras infracciones, asegurar que era capaz de curar el SIDA mediante ozonoterapia.
Además escribió un libro titulado “Deadly deception: the proof that sex and HIV absolutley do not cause AIDS”, aunque insistió mucho en que el acto de pincharse con una aguja presuntamente infectada de SIDA no estaba relacionado con publicidad para su libro.
Dr. Robert Willner |
Esta puesta en escena quizá haya sido la más espectacular de este movimiento de negacionistas que afirman que el VIH no es el responsable del SIDA.
La posición de Willner está inspirada en las ideas de Peter Duesberg, un retrovirólogo de la Universidad de California, que en el año 1987 escribió un artículo afirmando que el VIH era un virus inofensivo.
Duesberg afirmó que el SIDA no era consecuencia del VIH, sino que era consecuencia de las drogas y del AZT (un agente empleado contra la replicación del VIH).
De hecho Willner dedica su libro a Duesberg.
En junio de 1993, la Sociedad Americana para el Avance de la Ciencia que edita la revista Science organizó un congreso para que los disidentes expusieran sus puntos de vista. Incluso Duesberg fue un editor invitado por la revista Genetics para publicar un número monográfico donde se exponían las teorías alternativas al origen del SIDA. Esto da idea de que la comunidad científica no censuró el trabajo de estos investigadores, todo lo contrario, se divulgaron sus planteamientos, y se les dio un canal de comunicación.
Dr. Peter Duesberg |
La inmensa mayoría de los virólogos piensa que Duesberg está equivocado, y que su actitud no sólo es irresponsable, sino peligrosa, al cuestionar y poner en peligro campañas de prevención que se centran en el uso de los preservativos y en evitar compartir agujas de jeringuilla.
A pesar de la preocupación que la comunidad científica muestra hacia la posición de Duesberg, la mayoría tiende a ignorarla, y sólo algunos científicos como John Maddox, editor de la revista Nature manifiesta en público su preocupación.
Esta es una posición muy común en la comunidad científica, a aquellos que se les considera cercanos a posiciones pseudocientíficas se les suele ignorar. Pocos científicos escriben rechazando el creacionismo, la astrología o la capacidad de hablar con los muertos, aunque la inmensa mayoría de ellos critica en privado esas “alternativas”.
La revista Science consideró que las tesis revisionistas habían ido demasiado lejos por lo que decidió estudiar a fondo el fenómeno. Durante 3 meses la revista Science entrevistó a más de 50 negacionistas y críticos del mismo, examinó todas la bibliografía existente hasta la fecha sobre el SIDA, incluyendo las publicaciones de Duesberg. Esta investigación concluyó que si bien es cierto que los virólogos del equipo de Duesberg plantearon cuestiones interesantes, nada conduce a extraer la conclusión de que el VIH no provoca el SIDA.
Los investigadores del virus del SIDA afirman que los argumento de Duesberg están basados en tomar selectivamente la información científica sobre el SIDA despreciando los argumentos que refutan sus tesis , pidiendo pruebas definitivas imposibles de llevar a cabo, y ninguneando evidencias de gran peso y rigor por debilidad argumental.
¿Les suena?.
Las principales conclusiones a las que Science llegó fue:
1. En hemofílicos (el grupo que Duesberg tomó como modelo porque apoyaba sus tesis) hay gran cantidad de evidencias de que el VIH es responsable de la enfermedad y de la letalidad (Science (1994) vol. 266 p.1645).
2. Investigadores en SIDA afirman que el HIV cumple con los postulados clásicos de Koch para ser asignado como responsable del SIDA (Science (1994) vol. 266 p.1647).
3. La epidemia de SIDA, que Duesberg empleó como modelo para explicar sus puntos de vista, en realidad confirman el papel del VIH en el SIDA (Science (1994) vol. 266 p.1647).
4. Duesberg afirma que el AZT, así como las drogas ilegales causan SIDA, sin embargo ninguna de ellas provoca la inmunodeficiencia característica de esta enfermedad (Science (1994) vol. 266 p.1648).
A pesar de que Duesberg es el nombre más repetido cuando se habla de negacionismo del SIDA, él no fue el primero en cuestionar el papel del VIH en el SIDA.
Duesberg es un virólogo e investigador del cáncer, y es miembro de la NAS (Nacional Academy of Science). A principio de los años 70 del siglo pasado, Duesberg fue uno de los investigadores que demostró el papel de los oncogenes en el cáncer. También mostró como algunos retrovirus son portadores de genes que pueden transformar células normales en cancerígenas.
Sin embargo, en 1983 escribió un duro artículo en Nature negando que los proto-oncogenes de células humanas, una vez activados pueden comportarse como oncogenes retrovirales y causar cáncer. Duesberg publicó en Science un artículo en la misma en 1985, intentando enterrar así una línea de trabajo en la que él mismo había destacado.
En el año 1987 Duesberg publicó un artículo en Cancer Research en el que afirmaba que la comunidad científica que estudiaba el cáncer estaba equivocada acerca del papel de los retrovirus. Aquellos que se postulaban como causantes de cáncer eran en realidad inofensivos, e incapaces de provocar tumores. Al principio muchos investigadores intentaron debatir y mostrar a Duesberg que estaba equivocado, pero debido a su persistencia decidieron ignorarlo.
Eso fue consecuencia de que cada vez había más evidencias experimentales de que mutaciones en proto-oncogenes provocaban cáncer. Sin embargo ese ánimo de intentar convencer a Duesberg se volvió cansancio cuando éste empezó a eludir todos los resultados y evidencias experimentales que ponían en aprietos sus plantamientos. ¿Les suena?. Sin embargo, debido a que las discusiones eran muy técnicas, éstas quedaron confinadas a revistas especializadas.
Fuente: http://lacienciaysusdemonios.com/2010/07/19/historia-del-negacionismo-del-sida-capitulo-primero/
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