Imaginen que la próxima generación de telescopios espaciales nos lleva a detectar un planeta idéntico a la Tierra.
Imaginen que existen fundadas sospechas de que en esa Tierra 2 vive una civilización tecnológica.
E imaginen finalmente, que por medio de algún canal, podemos comunicarnos con ellos.
¿Empleamos el inglés o el español? Nada de eso, lo mejor es usar Lincos.
Lincos (abreviatura de Lingua Cosmica) es un idioma no oral que se basa en las matemáticas. La idea se le ocurrió en 1960 a Hans Freudenthal, profesor de matemáticas de la Universidad de Utrecht, que pensó en hacer todo lo contrario a lo que haría un criptógrafo: crear un código fácimente comprensible, que evitase el montón de información asumida que hay detrás de nuestros lenguajes comunes. Para ello escribió un libro titulado “Lincos: Diseño de un idioma para la relación cósmica, Parte 1”.
Para crear un idioma así, cada símbolo debería verse definido únicamente mediante los símbolos que le precedieron, y para ello los primeros símbolos deberían ser conceptos que no necesitaran definición: los números naturales (en base 2) y la aritmética básica.
Todas las civilizaciones a lo largo de la historia en la Tierra aprendieron a contar, descubrieron las mismas propiedades numéricas, derivaron los mismos teoremas y emplearon las mismas herramientas, lo cual nos lleva a creer que las matemáticas son una constante universal (nunca mejor dicho).
Pero sigamos contando como definir Lincos a un potencial oyente galáctico.
Tras la aritmética y los números naturales, se establecen una serie de ejemplos encaminados a ilustrar los conceptos de igualdad, comparación, variables y constantes. Más tarde se aborda la lógica proposicional, la teoría de conjuntos y la lógica de primer orden.
Tras estos primeros pasos, el creador del diccionario Lincos inicia una segunda sección en la que establece vocabulario para describir el tiempo, introduciendo medios para medir duraciones y para poder referirse a momentos en el tiempo, lo cual hace surgir los conceptos de pasado y futuro.
En una tercera sección (la más compleja) Freudenthal trata de explicar los conceptos y el lenguaje necesario para describir el comportamiento.
Para hacer entender a ET los estados de ánimo, el autor envía ejemplos de conversación entre individuos (que hacen las veces de actores).
Finalmente en la cuarta sección se describen los conceptos y el lenguaje relacionado con la masa, el espacio y el movimiento.
Esta última sección llega a describir rasgos físicos de los seres humanos y del sistema solar.
Freudenthal planeó escribir un Segundo libro con cuatro secciones más para el diccionario: material, Tierra, vida y “comportamiento 2”, pero nunca llegó a hacerlo. Su lenguaje jamás se empleó en transmisión alguna, y sigue siendo considerado un ejercicio teórico sobre comunicación con extraterrestres, pero en la novela “Contact” de Carl Sagan, los astrónomos del proyecto SETI reciben una transmisión de radio procedente del espacio, que incluye una especie de diccionario Lincos embebido en el propio lenguaje.
¿Llegará el día en que tengamos que echar mano del trabajo de Freudenthal para ampliar el círculo de amistades? Eso espero… si es que vienen en son de paz.
Fuente: http://www.maikelnai.es/2010/01/21/lincos-el-idioma-creado-para-hablar-con-et/
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