Lanzar una misión al planeta Venus podría ayudar a revelar exactamente cómo se formó la Luna hace casi 4.500 millones de años, dice un reconocido investigador.
Los científicos planetarios piensan que la Luna se formó a partir de material expulsado al espacio cuando un enorme objeto impactó la proto-Tierra en los primeros días del Sistema Solar.
Pero los detalles de esta mega colisión siguen siendo difusos, con varias hipótesis diferentes que compiten para explicar cómo sucedió.
La teoría original del impacto gigante, que ha sido desarrollada desde la década de 1970, plantea que un objeto del tamaño de Marte golpeó a la Tierra en una colisión oblicua y lenta hace mucho tiempo. En este escenario, la Luna se formó a partir de un disco de material eyectado procedente principalmente del manto del misterioso objeto.
No obstante, estudios de rocas lunares han demostrado que la Luna y las porciones exteriores de la Tierra son extremadamente similares geoquímicamente hablando, planteando un problema serio para la idea del impacto gigante.
“Es improbable que el [objeto] impactante tuviese la misma composición que la Tierra primitiva”, escribió en un comentario en Nature Robin Canup, del Instituto de Investigación del Suroeste en Boulder, Colorado.
“La composición del isótopo de oxígeno de Marte, por ejemplo, difiere del de la Tierra en un factor superior a 50”, añadió Canup. “Si el impactador era tan distinto a la Tierra como lo es Marte, su huella aún sería detectable en la Luna, incluso después de una colisión gigante”.
Así que Canup y otros investigadores han ideado nuevos modelos que intentan encajar mejor con los datos disponibles.
El año pasado, por ejemplo, Canup sugirió que el impacto gigante pudo haber involucrado dos planetas, cada uno la mitad de masivo de lo que es la Tierra actualmente.
El material del impactador y el objetivo habrían constituido alrededor de la mitad de la luna recientemente formada y la aumentada Tierra después de la colisión, dijo ella.
Otro estudio en 2012, desarrollado por Matija Cuk del Instituto SETI en Mountain View, California, y Sarah Stewart de Harvard, sugiere que la colisión pudo haber involucrado un objeto impactante del tamaño de Marte; si es que la Tierra hubiese estado girando mucho más rápido que hoy.
Cuk y Stewart determinaron que, si en ese entonces el día terrestre duraba solo dos o tres horas, el planeta podría haber arrojado material suficiente para formar la Luna (que tiene un 1,2% de la masa de la Tierra). Una interacción gravitatoria entre la órbita de la Tierra alrededor del Sol y la de la Luna alrededor del planeta podría haber frenado la velocidad de rotación del planeta después del impacto, produciendo eventualmente un día de 24 horas.
Por el momento, es difícil saber cuál de las hipótesis representa mejor la realidad, dicen Canup y otros investigadores. Esto se debe en parte a que la probable composición del objeto impactante sigue siendo desconocida; un problema que una nueva misión a Venus podría ser capaz de resolver.
“No conocemos la composición isotópica de Venus, el planeta más similar a la Tierra tanto en masa como en distancia al Sol”, escribió Canup. “Si la composición de Venus resulta ser similar a la de la Tierra y la Luna, entonces Marte parecería ser algo atípico, y una composición del impactador más similar a la de la Tierra sería más probable, eliminando muchas objeciones al impacto canónico”.
“Determinar la composición isotópica de elementos claves Venus probablemente necesitará [el envío de] una misión al planeta”, añadió. “Una posibilidad tan tentadora nos recuerda cuánto hay por aprender todavía en el patio trasero del Sistema Solar”.
“En general, estamos muy cerca; sabemos que los impactos gigantes son extremadamente eficientes para crear lunas (y, en particular, aquellas carentes de hierro, que es una de las características más sobresalientes de la Luna), y parece difícil formar planetas de tamaño terrestre sin impactos de esa magnitud”, dijo Canup a Space.com.
“Así que el panorama general se ve bien”, añadió. “El problema es descifrar lo que las detalladas relaciones químicas entre la Tierra y la Luna están diciéndonos acerca del tipo específico de impacto. Mi apuesta es que probablemente tomará unos cuantos años de una combinación de intentos adicionales de modelado y más datos para solucionarlo”.
Fuente: http://www.cosmonoticias.org/una-mision-a-venus-para-resolver-el-misterio-del-origen-de-la-luna/
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