“Nos alarmamos cuando vimos la fotografía – dijo Gloria Otazú, la madre de la niña quien chequeaba una y otra vez la imagen obtenida a través de un celular Nokia de uso común-. En la misma vimos la aparición de una cuarta persona. Una extraña situación que nos asustó porque cuando mi hija sacó la foto los ocupantes del bote eran la pareja de visitantes y el guardaparque que guiaba el bote; solo eran tres”, aclaró la mujer.
“Inmediatamente nos volvimos al Parque y hablamos con Víctor Caballero, el funcionario que hacía de guía, quien también quedó sorprendido ya que el mismo afirmó que en ningún momento una cuarta persona estuvo en la embarcación ni fuera de ella en las inmediaciones”, comentó. Tras chequear la información y observar la foto, la misma da lugar a diversas especulaciones. Pero al decir de Caballero,”la cuarta persona de la imagen no estuvo en el bote, tampoco pudo estar en el agua pues en ese lugar la profundidad es de unos 1,30 metros.
Si a esto lo sumamos unos 50 cm más del costado el bote, a la persona no se la podría ver o tendría que aparecer en la foto solo la cabeza” comentó a manera de ilustración.Al lugar suelen llegar unas 200 personas al día. Los ocasionales testigos que estaban observando desde un quincho ubicado sobre el espejo del agua también coincidieron en afirmar que no había persona alguna en el agua, ni la cuarta persona en el bote a lo que concluyeron que “… es un fantasma !”.
La fotografía fue tomada a las 16,51 hs, según registro impreso en archivo de la cámara, momento en que sobre el lugar se avecinaba un temporal de lluvia con grandes nubarrones. La noticia sobre el extraño hecho comenzó a circular entre crédulos y escépticos y causa curiosidad y cierta especulación sobre su veracidad lo que viene a alimentar los mitos y leyendas de sucesos ocurridos en la laguna del Parque.
Los memoriosos comentan sobre apariciones de “animales extraños y gigantescos bichos” que emergían en medio del espejo de agua; turbulencias de grandes olas que asustaban a lavanderas lugareñas y peones que llevaban a abrevar sus ganados a dicha laguna; relatos más recientes, luego de la instalación de quinchos, pasarelas y el mirador característicos del lugar, cuentan que unos jóvenes tras una noche de juerga visitaron el lugar bajo la luz de una inmensa luna y fueron virtualmente expulsados de las aguas por una fuerza extraña lo que hizo que huyeran despavoridos del lugar.
“Creer o reventar” dice el dicho popular. Lo cierto es que este extraño suceso quedó documentado en una fotografía lo que dará lugar a muchas especulaciones más. Por las dudas el visitante de este centro recreativo debe estar siempre preparado para registrar el hermoso paisaje o alguna sorpresa que le puede dar las apacibles tardes del Parque Nacional “Rio Pilcomayo”.
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