Un caso de ribetes policiales trajo aparejado una cadena de hechos anómalos que desde principios de mes alteran la tranquilidad de los vecinos de una barrio situado en las afueras de la capital salteña, donde al macabro hallazgo de restos óseos hasta el momento de procedencia inexplicable, se le han sumado, entre otras manifestaciones no menos aterradoras, una presencia espectral.
La situación parece digna de una argumento para cine de terror pero tiene aristas reales que pueden expresar vecinos del barrio Autódromo, situado a unos 20 kilómetros del centro de la capital salteña, que aseguran que desde hace un tiempo en el lugar se percibe una extraña sucesión de lo que bien definen como “cosas raras”.
Una rica crónica del periodista Miguel Escalante, del rotativo salteño El Tribuno, daba cuenta del hallazgo una calavera aun con carne y cabellos adheridos a la pieza ósea, en el frente de una casa situada en la calle Tadeo Tadías al 100.
La situación parece digna de una argumento para cine de terror pero tiene aristas reales que pueden expresar vecinos del barrio Autódromo, situado a unos 20 kilómetros del centro de la capital salteña, que aseguran que desde hace un tiempo en el lugar se percibe una extraña sucesión de lo que bien definen como “cosas raras”.
Una rica crónica del periodista Miguel Escalante, del rotativo salteño El Tribuno, daba cuenta del hallazgo una calavera aun con carne y cabellos adheridos a la pieza ósea, en el frente de una casa situada en la calle Tadeo Tadías al 100.