Fue a la madrugada. El testigo volvía a su hogar. Vio a una niña que lloraba, de espaldas. Dijo que al girar era una anciana y deforme que huyó ante el ruido de las sirenas policiales.
Claudio Padilla es un joven vecino del barrio Ampliación Contreras Oeste. Tiene 25 años, es padre de familia y se gana la vida como chofer de colectivos de la Línea 21.
Su jornada laboral lo hace casi siempre de noche, al cubrir el servicio entre la capital santiagueña y la ciudad de La Banda. Por ello, casi siempre regresa de madrugada a su casa. Ayer, no fue la excepción. Ya casi estaba acostumbrado a este trajín.
Claudio Padilla es un joven vecino del barrio Ampliación Contreras Oeste. Tiene 25 años, es padre de familia y se gana la vida como chofer de colectivos de la Línea 21.
Su jornada laboral lo hace casi siempre de noche, al cubrir el servicio entre la capital santiagueña y la ciudad de La Banda. Por ello, casi siempre regresa de madrugada a su casa. Ayer, no fue la excepción. Ya casi estaba acostumbrado a este trajín.